El duro incendio que vivió Valparaíso dejó a cerca de cien familias sin su hogar al inicio de este año es una situación compleja que el municipio ha tratado de abordar de manera rápida. Esto, en medio de la amplia cobertura de los medios de comunicación, que recibió críticas por el tono morboso de las informaciones y la utilización de la tragedia en pos del espectáculo televisivo.
En vista de la molestia de los y las vecinas afectadas por la excesiva presencia de los profesionales de la comunicación interrogando a las víctimas frente a las cámaras y obstaculizando el trabajo de Bomberos, el alcalde Jorge Sharp tomó una decisión que le generó críticas y señales de rechazo.
El nuevo edil del municipio porteño optó por desalojar a los periodistas y camarógrafos del Polideportivo de Playa Ancha, que actualmente es utilizado como albergue por cerca de 400 personas, con la idea de cuidar la privacidad de los y las afectadas y resguardar su descanso tras el drama vivido. De esta manera, tendrán restringido el acceso al espacio de las familias.
La medida fue tildada como antidemocrática por algunos usuarios de las redes sociales, que lo acusaron de impedir la labor informativa, mientras que otros apoyaron la iniciativa de Sharp de poner un límite al festín mediático que se toma la televisión luego de hechos como el reciente incendio. Una cobertura que muchas veces sólo pisotea al aire la dignidad de las víctimas, reflejando lo peor del sensacionalismo periodístico, de la que podrán descansar los vecinos y vecinas en estos días complejos.