Los pollos podrían ser mucho más inteligentes de lo que pensamos

Al menos en algunos sentidos, los pollos podrían ser tan inteligentes como un humano en edad preescolar. Así lo revela un nuevo estudio. Capaces de demorarse en engullir sus larvas con el fin de obtener una mejor recompensa, mientras se comunican en más de 24 vocalizaciones distintas, los pollos podrían ser mucho más inteligentes de lo que hemos pensado hasta ahora.

«Se los percibe como carentes de la mayoría de las características psicológicas que reconocemos en otros animales inteligentes, y típicamente se piensa que tienen un nivel de inteligencia menor, al compararlos», dice Lori Marino, autor de un informe científico sobre este tema, publicado en la revista Animal Cognition. «La sola idea de una psicología de los pollos es extraña para muchas personas».

La investigación encontró que hay suficiente evidencia que muestra que estas aves tienen un cierto sentido de los números y que los pollos jóvenes son capaces de distinguir entre diferentes cantidades, como también mostrar cierta capacidad para comprender sumas y restas básicas. Estudios anteriores también han encontrado que los patitos tampoco son tan cabeza hueca. De hecho, son capaces de tener pensamiento abstracto al momento de salir del cascarón.

Los pollos también pueden advertir a otros sobre potenciales peligros, lo que, de acuerdo a Marino, muestra cierto nivel de auto consciencia. También pueden anticipar eventos futuros e incluso pueden «razonar por deducción»; algo que los humanos no logramos hasta que somos bebés maduros (o niños pequeños).

Tal vez el estudio involucre cierto de conflicto de intereses, porque Marino es director científico del proyecto The Someone Project, que busca demostrar cómo los animales de granja son seres inteligentes con emociones complejas y sentimientos, y el estudio es, en parte, financiado por la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad a los Animales.

Pero si los resultados se validan, no sería algo tan raro ni sospechoso, porque ya se han hecho estudios sobre animales de granja, los que han sorprendido por sus resultados. Los chanchos, por ejemplo, se comparan frecuentemente con los perros en sus habilidades cognitivas, e incluso se les puede enseñar a sentarse y a jugar a traer la pelota. También se ha descubierto que pueden comprender rápidamente y usar espejos para examinar lo que les rodea, lo que incluso les ayuda a encontrar comida. Aunque aún no hay claridad sobre si reconocen al reflejo del espejo como sí mismos.

Más aun, mientras tendemos a pensar que las ovejas son seres obedientes que siguen al rebaño sin cuestionar nada, se ha descubierto que su poder cerebral es equivalente al de los roedores y primates y, en algunas pruebas, al de los humanos. Son capaces de aprender dónde está la comida en el mismo marco de tiempo que los monos y los humanos. Pueden reconocer hasta 50 caras de ovejas diferentes y hacerse rápidamente un mapa mental de su entorno, sabiendo dónde están sus límites, aun cuando no hay cercos.

Por IFLS

El Ciudadano