Redolés y su «firme junto al pueblo»

Cuando las palabras tienen peso, y están dirigidas a la conciencia y sensibilidad humana de un poeta consecuente como Mauricio Redolés, hacen posible cambiar el “tiempo a favor de los pequeños” como dice Silvio Rodríguez

Redolés y su «firme junto al pueblo»

Autor: Director

Cuando las palabras tienen peso, y están dirigidas a la conciencia y sensibilidad humana de un poeta consecuente como Mauricio Redolés, hacen posible cambiar el “tiempo a favor de los pequeños” como dice Silvio Rodríguez. Lo digo porque lo que parecía irreversible, me refiero a la actuación de Redolés en el Centro Cultural de Salamanca, auspiciado por una de las mineras extranjeras más destructoras, contaminantes y asesinas de nuestro valle, fue suspendida por el mismo Redolés que comprendió perfectamente la situación de las comunidades del Choapa.

Para quienes no han vivido el intervencionismo en educación y cultura por parte de las mineras que nos avasallan día a día, les puede ser difícil comprender esta pequeña batalla ganada por los del lado contrario, los que no nos vendemos y seguimos luchando por defender nuestra dignidad y nuestra tierra.

Sin embargo, el triunfo hubiese sido completo si Eduardo Peralta y cierto bajista afuerino de bajo perfil, no se hubiesen presentado entrando en este juego del lavado de imagen por parte de la transnacional y sus súbditos, supongo que las lucas de la minera frente al desprecio que Redolés le hizo, fueron el doble para quebrar la voluntad de quien dice que “el hombre es una flecha” y además, que “se terminaron las metáforas” como dice la crítica de su canción, a él seguramente se le terminarían, mientras siga trabajando con mineras y gente doblada, que no sabemos de dónde salieron como agentes de cultura, organizadores, aparecidos, contratistas de la cultura al servicio de transnacionales.

Lo bueno fue que siguiendo el ejemplo de Redolés, también se restó el escritor Javier Milanca, que se encontraba en el programa y Mauricio Bruna, poeta salamanquino, que al parecer ya había tomado su propia decisión de no presentarse, además de ser el único en su comuna, con su particular verso y consecuencia.

Pero nunca faltan los que por diferentes motivos están al otro lado, como dice una antigua canción de Swenkee y Nilo “hay que ser muy pate`vaca para no cachar el lado…” Entonces los artistas y poetas ¿están o no están con la mega cultura transnacional? ¿Saben por qué cantan, por qué escriben o sólo les gusta ese exquisito emborrachamiento que provocan los aplausos? Si fueron capaces de funar a los torturadores, a los asesinos de la dictadura, a los soplones, en fin… sepan ustedes que lo que pasa en estos valles también es muerte y tortura en contra de la madre tierra y de sus hijos. En este valle que antes fuera un hermoso valle transversal, se construyen tranques de relaves de 245 metros de altura; esta minera, la del auspicio, además de otras 3 más, tienen pilas de lixiviación a base de ácido sulfúrico a 300 metros de las comunidades, son 8 los camiones que diariamente pasan con sustancias tóxicas y letales, son 300 litros por segundo el agua que ocupan en sus faenas, mientras las comunidades agrícolas luchan contra la supuesta sequía que azota al norte del país, y lo que es aún peor, contra sus mismos vecinos para obtener una miserable gota de agua, que cuando llega, se corre el riesgo de que esté contaminada. No es explotación ¡es sobreexplotación! Entonces ¿qué diablos hacía anoche 16 de abril Eduardo Peralta cantando para la cultura “lavaimagen” de estos organizadores? ¿Acaso no le preocupa la realidad de esta parte de su país?

Esto no significa estar en contra del trabajo y de los trabajadores, todo lo contrario, es estar con ellos para hacerles conciencia de que el cobre, ese recurso que todos los días sacan de la tierra “es nuestro” y no de un puñado de extranjeros inescrupulosos que unidos a unos imbéciles sin neuronas nos están matando todos los días, lo están sobreexplotando, usurpando y que en pocos años se va a terminar y que al sobreexplotarlo baja su precio en el mercado internacional, nosotros nos quedamos con una tierra sangrante, contaminada, con comunidades disociadas, destruidas en su raíz cultural identitaria y tan pobres como siempre, mientras que ellos y sus aliados, llenan bolsillos y lavan su imagen a través de actividades como la de anoche, también al interior de las escuelas con ayuda de profesores inescrupulosos con la ayuda de los alcaldes de turno, que permiten la intervención en los colegios y seguramente, de pasadita, amarran las lucas para las próximas elecciones.

¿Qué debemos exigir? Una política para la gran minería del cobre y una Ley Ambiental que nos defienda a cabalidad, que ponga normas en nuestro país ante la inminente destrucción de los valles y sus cuencas hidrográficas. No permitir la explotación indiscriminada de nuestros recursos naturales, proteger el agua, proteger la vida; en resumen, exigir una nueva constitución a través de una Asamblea Constituyente.

Con mucho asombro, satisfacción y profundo respeto tomo textual las palabras de un joven estudiante universitario de Arboleda Grande, una de las comunidades azotadas por una de las transnacionales mineras, quien me dijo a propósito del caso Redolés/ Peralta: “hay quienes creen que consecuencia es presentarse en un lugar independiente de quien te invite, entregar tu arte y tu discurso y cambiar desde el escenario los corazones; pero hay aquellos que piensan en la consecuencia de las ideas, en no ser usados de herramientas, ni medios para lavar imágenes de explotadores, porque es más difícil luchar contra la corriente de la cultura del lucro, que dejarse llevar por ella y hacer panfleteo en el escenario, donde lo social sólo toma peso, cuando me aporta beneficios económicos”.

Y a ti Eduardo, que siempre te he escuchado desde muy joven, suponiendo que viniste porque no sabías lo que aquí está pasando, infórmate más, lee lo que pasa en esta parte del país, piensa que cada vez que te respalde el ícono de una transnacional estás apoyando al imperialismo empresarial, si no, tu canto será sólo un sonido de reemplazo; hoy rompiste la huelga de Redolés, mañana puedes ser un rompe huelgas del mismo pueblo al que le cantas y ya no podrás decirle a Juan González que “vale más que los ministros y los gordos industriales” y creo que eres tú el que “no entiendes lo que vales”.

Por Ana Leyton


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