Los tsunamis han estado entre las mayores catástrofes que han afectado las vidas de millones de personas en todo el mundo. Las olas que arrasaron con las costas del océano Índico y Japón, hace algunos años, alcanzaron alturas de hasta 30 y 40 metros, pero las olas pueden llegar a ser mucho más grandes que aquéllas.
Los tsunamis se producen por grandes volúmenes de agua que se desplazan repentinamente, generalmente por causa de un terremoto, de actividad tectónica, de erupciones volcánicas o explosiones submarinas.
Luego está lo que se conoce como megatsunami; una ola que puede llegar a ser demasiado grande. El megatsunami generalmente es causado por el desplazamientos de agua por el impacto de un material, como un asteroide o un desprendimiento de tierra, que entra violentamente a una gran extensión de agua.
El ejemplo más notable de esto es el megatsunami de 1958 en la bahía de Lituya, en Alaska. Un desprendimiento causado por un terremoto impactó en la bahía, levantando una ola de unos 525 metros de alto (más alta que el Empire State Building).
Aun así, la ola de Lituya no fue el tsunami más mortal del último siglo, ni el más alto que el mundo haya visto.
En este video de RealLifeLore, se muestra las diferencias entre los tipos de tsunamis y se explica científicamente cómo se producen y cuán grandes pueden llegar a ser (en la parte inferior derecha del video se puede ajustar las preferencias de idioma para los subtítulos y la traducción automática).
Fuente, IFLS
El Ciudadano