Joel González, vocero de la campaña Libres de Alta Tensión se encuentra tras un lienzo, sosteniendo un megáfono. Su voz hace llegar a todos los transeúntes un texto idéntico al que se está entregando en las oficinas del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), en calle Prat. La razón: denunciar la nula cooperación de Alberto Acuña Cerda, director regional de la entidad, quien a pesar de las denuncias, dio luz verde a varios proyectos que atentan contra la ciudadanía.
El SEA está a punto de entregar la aprobación a una iniciativa altamente nociva: la termoeléctrica Los Rulos, que pretende instalarse en la localidad rural de los Laureles, Limache. Este proyecto cuenta con cuestionamientos tanto de la SEREMI de salud, de medioambiente y una comisión investigadora de la Cámara de Diputados. Asimismo, el estudio de impacto ambiental determinó que de generarse este proyecto, no se garantiza la salud de la personas.
Tampoco existe evidencia de algún plan de compensación para los daños que pueda provocar. Peor aún, otra parte del proyecto, denominado LT Cardones Polpaico, fue denunciado por innumerables irregularidades, ya que sus informes se avalan en una participación ciudadana inexistente, adulterando información sobre reuniones con juntas de vecinos y otros actores locales, constituyendo una falsedad que demuestra que la aprobación de la resolución de impacto ambiental está viciada aún cuando esté aprobada, por supuesto con el beneplácito del ex ministro de energía, Máximo Pacheco.
Una vez más, las comunidades de este país tienen que pagar el alto costo de proyectos energéticos absolutamente funcionales a la gran minería, que sólo traen enfermedades y problemas a los habitantes, todo con el objetivo de llenar los bolsillos de transnacionales y uno que otro empresario nacional.
En su momento, vecinos de los sectores afectados presentaron varias demandas para detener el proceso y pedir una modificación del estudio de impacto. Sin embargo, sus acciones tuvieron poco efecto, razón por la cual denuncian la actitud del director del SEA pues como juez y parte dentro del litigio, hizo caso omiso y siguió adelante con los trámites necesarios para la aprobación final de los proyectos.
Alguien tiene que dar cuentas a la comunidad por los serios perjuicios que estos proyectos van a provocar, en especial en sectores característicos por su belleza natural, como Limache, Olmué y las localidades aledañas.
Es de esperar que se logre una 5ª movilización masiva en las calles de Limache. La anterior logró que, en forma inédita, mil personas coparan las calles. No obstante, integrantes de las organizaciones de defensa van pensando nuevas acciones de acción y propaganda. Ya poseen claridad que la vía institucional no garantiza absolutamente nada para sus demandas y el tiempo apremia. Por ellos y los que vendrán.