Hay dos tipos de personas: las que simplemente aborrecen el lenguaje procaz y las que hacen de las palabras de cuatro (o cinco) letras un verdadero arte de la expresión lingüística. Si usted está en el segundo grupo y no teme admitirlo, sepa que gracias a la ciencia, esto tiene una explicación y un sentido no tan vergonzoso.
Como informó la revista Medical Daily, un estudio de dos partes, conducido por un equipo internacional de investigadores de la Universidad Stanford, la U. Cambridge, la U. Maastricht y la U. de Ciencia y Tecnología de Hong Kong, encontró que las personas que pueden desplegar fácilmente un rosario de palabrotas, también tienen la tendencia a ser más honestas.
En la primera parte del estudio, el equipo realizó entrevistas con 276 participantes de Estados Unidos, para llegar al fondo de dos aspectos: sus hábitos de garabateo verbal (palabrotas favoritas y frecuencia en el uso) y su nivel de honestidad (indagando en comportamientos relacionados con la confianza y la responsabilidad)
En la segunda parte, el equipo analizó las actualizaciones de estado en facebook de casi 75.000 personas, buscando indicadores lingüísticos que mostrasen engaño, como el uso de los pronombres en tercera persona y palabras más negativas, de acuerdo a lo indicado por un informe científico publicado en 2003 en Personality and Social Psychology Bulletin. [PDF]
«Los hallazgos, que son consistentes a lo largo de los estudios, sugieren que la relación positiva entre blasfemia y honestidad es fuerte, y que la relación encontrada en el nivel individual se transfiere al nivel social», concluye el estudio [PDF].
Mientras que hablar a garabatos puede sonar burdo para muchos, los investigadores lo ven más como una forma de expresión que connota honestidad –no ira o malicia– y determinaron que mientras más variedad de palabrotas haya en la boca de una persona, más confiable puede ser, puesto que consideran blasfemar como una forma de franqueza al hablar.
«Puedes pensar que si alguien garabatea mucho, esto es un comportamiento social negativo», dice el coautor del estudio, David Stillwell, al diario Daily Mail. «Por otro lado, [estas personas] no están poniendo filtros a su lenguaje, [lo que indica] que probablemente tampoco están filtrando el verdadero sentido de sus discursos»
No es la primera vez que los investigadores se han sumergido en el habla vulgar. Un estudio de 2016 publicado en Language Sciences determinó que las personas que garabatean mucho pueden tener una mayor inteligencia verbal, y otro de 2014 mostró que el garabateo verbal verdaderamente puede aliviar el dolor.
Por mental_floss
Versión en español de El Ciudadano