Un vecino de una aldea al este de Serbia logró sobrevivir dos días atrapado en un pozo a nada menos que veinte grados bajo cero.
El hombre sobrevivió por casi 50 horas sin alimento y sin beber agua y cuando creyó que ya todo estaba perdido, un vecino que transitaba por ahí encontró su bolso al ras del suelo y oyó unos gemidos que provenían del fondo de la tierra.
De inmediato se comunicó con las autoridades, quienes lo rescataron y trasladaron a una clínica con cuadro de hipotermina y contusiones por la caída.