La agencia digital MediaInteractive junto al think tank TrenDigital de la Facultad de Comunicaciones UC, realizaron el primer estudio para conocer el impacto que la publicidad online y tradicional tiene en nuestro país.
Hace no mucho tiempo la publicidad sólo tenía espectadores pasivos que no contaban con injerencia en cuanto a sus preferencias de lo que se publicitaba, ahora con la era digital, han cambiado las reglas del juego y son las marcas quienes deben adaptarse a las exigencias de los usuarios.
Según la información obtenida por el estudio que se titula “De la publicidad pasiva a la entrometida”, un 50,7% declaró que la publicidad que sigue al usuario promocionando lo que vio recientemente, los asusta y sienten que vulnera su privacidad. Mientras que un 21,5% dijo que el remarketing les gusta porque les muestra sólo lo que les interesa ver.
Ante los resultados obtenidos, desde la agencia señalaron que: los datos muestran que sigue siendo un arma de doble filo el remarketing, ya que los usuarios se asustan al sentir que los están siguiendo o violando su privacidad, pero por otro lado, hay muchos que lo evalúan como una comunicación que resulta más acertada.
Los encuestados al ser consultados por los tipos de anuncios publicitarios que más les desagradan, el primer lugar lo obtuvo la publicidad que aparece en la mitad del video que uno está viendo con un 94,7%, seguido por los Pop-ups (ventanas emergentes) con 93,4% y la publicidad obligatoria que aparece antes de que empiece el video obtuvo un 82,2% de rechazo.
La brecha generacional se hace presente en las preferencias de los usuarios y las medidas que toman ante la publicidad que puede resultar invasiva. Entre personas de 22 a 35 años, el 54,5% dice hacer instalado frecuentemente AdBlocker u otro complemento para bloquear los anuncios online, mientras que quienes son mayores de 50 años, sólo el 26% dice hacerlo.
Ante la pregunta ¿Qué tipo de publicidad debería eliminarse?, un 75,9% dijo llamados telefónicos, 54,2% eliminaría los Pop-ups (ventanas emergentes), 50,1% las interrupciones en el video online que están viendo y 45% los panfletos en la calle.
La separación entre invasión a la privacidad y personalización de preferencias es muy pequeña. La agencia concluye que “se observa una tendencia de las personas a querer castigar publicidad más invasiva o que interrumpe con sus actividades regulares, como es el caso de la llamada telefónica o pop-ups. Un dato que no deja de sorprender es por qué los carteles en la vía pública son tan mal evaluados, al parecer las personas lo verían como contaminación visual y que interferiría de forma negativa su visión de ciudad”.
Para los publicistas, uno de los mayores desafíos es que el 25% de los encuestados dice estar tan molesto con la invasión a su privacidad, que ha pensado en dejar de consumir el producto o servicio que se ofrece.