¿El gabinete elegido por Trump va en contra de sus propias ideas en política exterior?

Esta semana se celebraron en el Senado de Estados Unidos las audiencias de confirmación de los cargos de los políticos nominados por el presidente electo Donald Trump para su gabinete

¿El gabinete elegido por Trump va en contra de sus propias ideas en política exterior?

Autor: Priscilla Villavicencio

¿Va el gabinete elegido por Trump contra sus propias ideas en política exterior?

Esta semana se celebraron en el Senado de Estados Unidos las audiencias de confirmación de los cargos de los políticos nominados por el presidente electo Donald Trump para su gabinete. Sus respuestas a las preguntas de los senadores reflejaron tanto su sintonía con Trump como algunas drásticas contradicciones respecto a sus ideas sobre los principales temas de la agenda de la política internacional de Washington.

Las relaciones de EE.UU. con Rusia

Si en lo que se refiere a las relaciones bilaterales con Moscú, Donald Trump se manifiesta cada vez más dispuesto a dialogar, declarando abiertamente que «solo la gente estúpida o los tontos» podrían creer que «es malo» mantener buenas relaciones con Rusia, varios expertos subrayan que Trump podría experimentar una presión considerable por parte de la línea ‘oficial’ de Washington, que promueve una política beligerante hacia Rusia. Algunos nominados por el presidente electo también han expresado ideas parecidas a este respecto.

Por ejemplo, el candidato a jefe del Pentágono, James ‘Perro Rabioso’ Mattis, afirmó este jueves ante el Senado que Rusia se encuentra entre las amenazas más graves que se ciernen sobre el orden mundial e insistió en que Washington necesita contrarrestar a Moscú si sus intereses van contra los de EE.UU. Sin embargo, Mattis admitió que un diálogo con el Kremlin también resulta indispensable.

Asimismo, el elegido por Trump para ocupar la Secretaría de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, aseguró durante su audiencia de este miércoles que Rusia representa un «peligro», si bien destacó que Moscú no es «impredecible» en la defensa de sus propios intereses y abogó por que Washington mantenga un diálogo abierto y justo con Moscú. Más aún, cuando uno de los senadores, Marco Rubio, le lanzó a Tillerson una pregunta, en la que, entre otras cosas, lo invitaba a sintonizar con la percepción de que Rusia es culpable de la situación en Alepo. Sin embargo, Tillerson se negó a juzgar las acciones de Rusia o a describirlas como ‘crímenes de guerra’, tal y como le pedía el senador.

En relación a estos primeros comentarios, el experto militar Víctor Litovkin declaró en radio Sputnik que tanto Mattis como Tillerson no podían decir otra cosa. «Hay que entender que hoy el Congreso y el Senado de EE.UU. son rusófobos», explicó Litovkin, subrayando que «por eso ni él ni el candidato al cargo del secretario de Estado pueden decir otra cosa». Asimismo, añadió que la actitud de Mattis es «simple y transparente como el cristal» y que Mattis considera que EE.UU. debe «seguir siendo el líder en el mundo» y «dictar su voluntad a otros países», por lo que «debe» mostrarse firme en el deseo de luchar con Rusia siguiendo la línea oficial de Washington, escribe ‘RIA Novosti’.

El muro con México y la política migratoria

En cuanto a las relaciones bilaterales con México y la construcción del polémico muro en la frontera con este país latinoamericano, Donald Trump se mostró firme en sus intenciones, y durante la rueda de prensa celebrada pocos días antes de su investidura aseguró que «no esperará un año y medio» para construir el muro con México para combatir la inmigración ilegal. Asimismo, aclaró que empezará las negociaciones con el país vecino en cuanto asuma el poder, recalcando que los mexicanos pagarán el muro.

En este punto muchos de sus candidatos discrepan con él. John Kelly, nombrado por Trump al frente del Departamento de Seguridad Nacional, destacó durante su audiencia que «la barrera física no hará el trabajo por sí misma» y que es necesario crear «una defensa de capas» haciendo hincapié en la necesidad del uso de las patrullas, «sensores» y «dispositivos de observación».

Cuando los senadores le preguntaron a Tillerson si caracterizaría como «violadores» o «criminales» a los mexicanos, éste aseguró que «nunca definiría a la población de la nación entera con un solo término». «México es desde hace mucho tiempo un vecino y un amigo de este país», añadió.

Durante su campaña electoral, Trump se mostró a favor del cierre de las fronteras estadounidenses a los musulmanes y por imponer un registro a las personas procedentes de países musulmanes. Sin embargo, Jeff Sessions, elegido por Trump para encabezar el Departamento de Justicia, aseguró que «no apoya la idea de que se les niegue la entrada al país a los musulmanes como grupo religioso», pese a que es bien conocida su postura intransigente en relación a la inmigración ilegal. Kelly también dijo a los senadores que no está de acuerdo con la idea de «registrar a la gente en función de su religión o razones étnicas», subrayando que la vigilancia de las mezquitas contravendría la letra de la Constitución.

Las relaciones con Pekín y la situación en el mar de China Meridional

Pese a las promesas de Trump de hacer frente a China en el ámbito mercantil, el futuro presidente todavía no ha aclarado qué acciones concretas emprenderá en este sentido. Asimismo, ha comentado que en cuanto a las relaciones con Taiwán y respecto al principio de una sola China «todo puede ser objeto de negociación».

En cuanto a su actitud frente a Pekín los candidatos para el gabinete de Trump se muestran más inflexibles. No en vano, durante la sesión de confirmación Tillerson propuso que EE.UU. impida el acceso de China a las islas en disputa del mar de la China Meridional, medida que puede provocar un serio enfrentamiento entre ambos países. Mattis, por su parte, dijo que «lo que China está haciendo en el mar de China Meridional» es uno de los factores que más amenazan al orden mundial «desde la Segunda Guerra Mundial».

¿Expresan sus propios pensamientos?

Este viernes Donald Trump publicó un tuit en el que felicitó a sus nominados y les pidió que sean «ellos mismos» y que «expresen sus propios pensamientos, no los míos». Sin embargo, aún es pronto para conocer el punto de vista de los candidatos para forma el próximo gabinete, ya que su futuro depende de las decisiones del Senado y a la hora de responder a las preguntas de los senadores los nominados pueden verse obligados a armonizar sus opiniones con las de la cámara.

Tampoco está claro hasta qué punto las actitudes de los miembros del gabinete de Trump irán en la misma línea que las de los altos cargos de la Casa Blanca, recuerda ‘The Washington Post’, ya que estos no tendrán que pasar la aprobación del Senado. De todos modos, cómo se comportarán después los miembros del futuro gabinete «va a depender del presidente Donald Trump», resumió Litovkin.

Vía RT


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