Cada vez más y más celebridades de Hollywood denuncian lo que ya es una práctica habitual: pagarles mucho menos a ellas que a ellos. Natalie Portman ha sido la última en hacerlo.
Ashton Kutcher cobró el triple que Natalie Portman en Amigos con derechos
La actriz ha denunciado que el mismo año que fue nominada al Oscar cobró un tercio de lo que le pagaron al coprotagonista masculino de esta película. Portman ha confesado que lo sabía, pero que siguió adelante con el proyecto porque «así son las cosas en Hollywood». Éste es el último caso que conocemos de diferencia salarial por cuestión de género en la gran pantalla, pero no el único.
Gracias al Sony hack se descubrió lo que había ocurrido en American Hustle. La filtración de mails dejó al descubierto que el porcentaje de beneficios de la película que recibieron sus protagonistas masculinos era más alto que el de las femeninas. Este dato ayudó a que se empezara a hablar cada vez más de la diferencia salarial por cuestión de género en Hollywood.
Una de las primeras en pronunciarse fue Jennifer Lawrence La actriz, después de descubrir la discriminación de la que había sido víctima en American Hustle, declaró: «Cuando descubrí cuánto de menos me estaban pagando con respecto a esas personas con pene no me enojé con Sony, me enfadé conmigo misma». Explicó que se sentía molesta consigo misma por no haber exigido lo que le correspondía para no parecer «conflictiva» o «mimada».
Charlize Theron dijo «basta ya»
Otra de las actrices que decidió contar su experiencia y hacer algo con ella fue Charlize Theron. La intérprete declaró que para la secuela de Blancanieves y el cazador exigió que su sueldo se igualara al de Chris Hemsworth que cobraba 10 millones más que ella.
Las actrices novatas parecen un blanco fácil
Amanda Seyfried declaró que al inicio de su carrera llegó a cobrar por protagonizar una película tan sólo el 10 por ciento de lo que les pagaban a los hombres con los que compartía reparto (no especificó en qué película).
Pero afecta también a leyendas vivas
Por ejemplo, Diane Keaton en Cuando menos te lo esperas no cobró ningún porcentaje de los beneficios de la película mientras que su compañero masculino, Jack Nicholson, sí.
La mismísima Meryl Streep ha confesado haber sufrido esta desigualdad salarial
En 2015, durante la promoción de Sufragistas, declaró que seguía experimentando sexismo en su trabajo y que seguía cobrando menos que los hombres con los que compartía reparto.
Por eso no es de extrañar que aplaudiera las palabras de Patricia Arquette en los Oscar de 2015
«Hemos luchado por la igualdad de los otros. Ahora es momento de que luchemos por nuestra igualdad salarial. Igualdad de derechos salariales para las mujeres en los Estados Unidos de América». Y Meryl no pudo evitar señalar al escenario y exclamar: «Yes, yes, yes».
Otra de las defensoras del fin de esta desigualdad salarial es Emma Watson
La actriz declaró que desgraciadamente hizo falta que tuviese lugar el Sony hack para que se empezara a hablar de este asunto. «Llámame diva, llámame feminazi, llámame difícil, llámame feminista del primer mundo, llámame lo que quieras, pero nada conseguirá que deje de luchar por lo que creo que es lo correcto».
Esta desigualdad es mayor en el caso de las mujeres latinas y afroamericanas
Salma Hayek también dejó claro que existe un problema que no sólo se circunscribe a la industria del cine. «Si tienes las mismas capacidades y desempeñas el mismo trabajo, no recibir el mismo salario es criminal». No se puede separar la desigualdad salarial de la aparición de mujeres en pantalla.
La diferencia salarial no es un fenómeno aislado
Merece la pena recordar que está vinculado a la infra-representación femenina que sigue sufriendo Hollywood delante y detrás de la pantalla. Sólo el 30 por ciento de los personajes que hablan en el cine son mujeres, lo cual también está relacionado con que las mujeres sólo constituyen el 9 por ciento de los directores y el 15 por ciento de los guionistas.