Ante el reciente atentado a Oscar Landerretche, y la emergencia de un supuesto grupo ecoterrorista en Chile, los abajo firmantes declaramos:
1. Los hechos ocurridos en la casa del presidente del directorio de Codelco son repudiables, no tienen justificación alguna, y nadie que diga defender la vida o la Madre Tierra puede en coherencia actuar de esa manera.
2. Las comunidades y organizaciones que hace décadas defendemos nuestros territorios de la violencia extractivista (minera, forestal, energética y agroalimentaria) vemos en este tipo de acontecimientos esfuerzos por sembrar un clima de terror y desconfianza que solo estimula la criminalización y el desencuentro.
3. Un grupo autodenominado “individualistas tendiendo a lo salvaje” más parece salido de un mal guión de películas futuristas que de seres humanos conectados con el agua, la tierra, las montañas y los mensajes llenos de vida que de ahí emanan. El nombre resulta casi tan absurdo como el programa “relaves inclusivos” que está promoviendo la Fundación Chile y la megaminería para hacer más amigable el ritmo extractivo que proyecta generar un cerro santa lucía de relaves tóxicos en nuestros territorios cada 21 horas.
4. Hace décadas el calificativo de ecoterrorista ha sido colgado a comunidades y organizaciones que se oponen a megaproyectos extractivos. Las consultoras, pagadas por las empresas, han solido usar ese tipo de apelativo para caricaturizar a las voluntades que aman su territorio, que no están dispuestas a cambiarlo por dinero y que con argumentos sólidos y redes consistentes, logran relativizar los beneficios de empleo y desarrollo con que suelen llegar los proyectos. En este sentido, hacemos un llamado a los medios de comunicación, a que no alimenten discursos especulativos y tendenciosos y que más bien hagan un seguimiento serio de los hechos para esclarecer a los verdaderos responsables.
5. Tal como repudiamos la violencia ejercida al señor Landerretche, repudiamos la que cotidianamente y con aval del Estado, están sufriendo decenas de comunidades Mapuche, cientos de territorios amenazados en sus formas de vida y las y los habitantes de las zonas de sacrificio que este modelo sigue sembrando sin atender la estela de muerte y de dolor que va dejando a su paso.
6. Esperamos que estos hechos nos animen a preguntarnos qué país estamos viviendo y cuál queremos vivir, para que cada vez más corazones y voluntades se sumen a la defensa de la vida y a la promoción de alternativas que posibiliten el desarrollo local y la creatividad colectiva.
Firman:
Coordinadora ambiental Valles en Movimento; Agrupación pequeños Regantes y no Regantes del río Mostazal; Colectivo Aire Puro; Comité por el Agua, Villa Alemana; Grupo Huari; Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, OLCA; Comité de Defensa del Borde Costero de Cobquecura; RAP-Chile; Acción Comunal Medioambiental Combarbalá; Consejo Ecológico de Molina; Observatorio de Conflictos Mineros en América Latina, OCMAL; Red Metropolitana No Alto Maipo; Radio la Voz de Paine; Alerta Andina 244; Red por la Defensa de la Precordillera; Yo no Quiero Transgénicos en Chile.