Admirar la sombra de una mujer desnuda detrás de una cortina, combinar el placer sexual con el deleite del paladar, tener relaciones debajo de un puente a mitad de la noche y ser sometido por una bailarina que goza del dolor, son algunas de las fantasías que Mickey Rourke cumplió durante el rodaje de “Nueve semanas y media”. Junto con Kim Basinger, Rourke creó uno de los dramas eróticos más peligrosos y por ende, más excitantes de la pantalla grande. En 1986 se estrenó este filme, dirigido por Adrian Lyne, para poner a prueba el significado de una relación apasionada. Esta pareja de actores le dio vida a una vertiginosa, arriesgada y frenética aventura de placer, sexo, agresiones y locura.
Tal cual lo plantearon estos dos personajes, muchas parejas de la vida real aseguran que no es posible tener una vida sexual plena mientras se tenga una relación común. Decenas de noviazgos relacionan la locura con la pasión, lo impulsivo con lo excitante, la agresión con la fogosidad, la dependencia con la satisfacción y la obsesión con el placer. Con el fin de sumergirse en una sesión de sexo extenuante, ellos aceptan tolerar y fomentar situaciones nocivas dentro de su relación.
¿En realidad así es como se llega a la máxima satisfacción sexual? ¿Para sentir el máximo placer también hay que sufrir sin límites? La respuesta es no, pues es posible disfrutar del sexo sin necesidad de establecer un vinculo destructivo. Sin embargo, las relaciones dañinas se caracterizan por episodios de “reconciliación” que propician encuentros sexuales mucho más intensos, por lo tanto, confundir una obsesión con una excelente sintonía sexual es más fácil de lo que se piensa.
A pesar de ello existen ciertos trucos, por llamarles de alguna forma, con los que las mujeres pueden satisfacer a un hombre sin necesidad de involucrarse en una relación codependiente. Para ser exactos son 13 habilidades las que una mujer puede aprender para volverse irresistible.
13. Eleva la energía sexual
Para hacerlo sólo deberás acercarte a sus oídos de manera sutil. De acuerdo al sexólogo de Mypleasure.com, Sándor Gardos, en el sexo también aplica la regla de “menos es más”. Así que coloca tus labios cerca de sus oídos –una de las zonas erógenas masculinas– casi sin tocarlos susurra algo o sopla levemente para encender la energía sexual de tu pareja. Cuando él comience a excitarse (lo notarás por su respiración), toma el lóbulo de sus oídos entre tus labios y estimúlalo suavemente con tu lengua.
12. Practica un masaje oral en sus manos
Besarle las manos a tu pareja esta subestimado, pues no muchos saben que las yemas son una de las zonas más sensibles del hombre. Toma sus dedos y pásalos lentamente sobre tus labios mojados. Según la autora de “302 Advanced Techniques for Driving a Man Wild in Bed”, Olivia St. Claire, ellos no pueden controlarse después de sentir la sugestión de sus dedos dentro de tu boca.
11. No limites tus besos a los labios y la lengua
Nadie se imagina lo que ellos sienten cuando pasas tu lengua justo por el borde de sus labios superiores. No vayas directamente a buscar su lengua o a pegar tus labios con los de él, intenta separarte un poco de su rostro para sólo rozar el área alrededor de sus labios con tu lengua; es algo que ni ellos saben que les encanta.
10. Estimula toda su piel
Así como el sexo oral o tus manos ayudan a estimularlo para alcanzar una erección, tu boca o dedos pueden excitarlo con sólo rozar su piel, sobre todo en el área donde no hay vello corporal. Desde el rostro, hasta el abdomen, son áreas ideales para basar tus labios secos o las puntas de tus dedos hasta que su cuerpo se erice.
9. Ejerce presión en su cuello y luego relájalo
Para crear una conexión más profunda los expertos recomiendan elevar la tensión del cuello en la pareja y luego relajarlo a través de besos. Toma su cabello y con un movimiento largo, pero suave, estira su cuello hasta que uno de sus tendones se pronuncie. Justo cuando lo veas bésalo lentamente y vuelve a tomar su cabellera para llevar su cabeza al otro lado. Mezcla mordidas leves con besos para volverlo loco.
8. Usa la textura sedosa de tu lengua
Como si pasearas por todo su cuerpo, pasa la parte de atrás de tu lengua por sus puntos más sensibles. El pene, los pezones, el cuello, etcétera; existen muchas áreas que podrías estar olvidando, pero él siempre agradecerá que experimentes cada que puedas.
7. No seas tan directa, date tu tiempo
Desvestirse y dirigirte directamente al área inferior para practicarle un oral no es tan sexy como piensas. El preámbulo no sólo le gusta a las mujeres, ellos también disfrutan sentir que la temperatura se eleva poco a poco. Comienza besando sus rodillas y con tus manos traza el camino para llegar hasta su pene, eso hará que él esté ansioso de sentirte cada vez más cerca.
6. Intercala la temperatura de tus besos
Para hacerlo necesitas tener a la mano una taza con agua caliente y una bebida helada, una vez que se encuentren en el preámbulo de su encuentro toma un sorbo de agua caliente para calentar tu lengua y labios y bésalo donde quieras. Después cambia a la bebida fría y repite el beso, estos cambios de temperatura, además de creativos, harán que sus nervios más sensibles se estimulen y que su temperatura se eleve.
5. Juega con la conexión entre su abdomen y su sexo
Entre el ombligo de tu pareja y la región inferior hay una franja de vello conocida como “el camino hacia el tesoro”, la sensibilidad que guarda esa área es insospechable. Por lo tanto debes probar la estimulación de esta zona; si él disfruta del dolor dale pequeñas mordidas, sino aspira suavemente para que él sienta que la electricidad lo recorre hasta el final.
4. Dale un masaje que estremezca su espalda
Antes de empezar a besarse pídele que se recueste boca abajo para presionar con tu boca, dedos y manos toda su espalda. Empieza por la nuca y termina en la última de sus vértebras, conforme vayas bajando presiona con más fuerza hasta hacer surcos en su coxis. Esa sensación pasará hasta la parte delantera de su cuerpo y él estará listo para girarse.
3. Juega con las vibraciones de tus gemidos
Escucharte gritar o gemir de placer es excitante para ellos, pero si lo haces mientras lo besas en alguna parte del cuerpo las vibraciones de tus labios y garganta rebotarán en su piel y él se estremecerá.
2. Haz que se doblegue ante ti
Este punto no se refiere a ninguna práctica sadomasoquista, se trata de debilitar una de las áreas más sensibles de un hombre: las rodillas. Dicha zona está llena de terminaciones sensibles y aunque parezca extraño besar o soplar sobre ellas provocará que tiemble de placer.
1. Haz que la sangre llegue hasta la superficie
El coito o sexo oral no es la única forma de hacer que el flujo de sangre se intensifique. Tus labios también pueden ejercer esa presión en varias áreas de su cuerpo, sobre todo en su boca. Pero no como un beso, sino como una succión que lo llevará al éxtasis.
Las habilidades sexuales femeninas a las que ningún hombre se resiste serán tantas como tu imaginación lo permita. El sexo es una parte imprescindible dentro de una relación, además de que esa práctica trae múltiples beneficios.