Tres mentiras del porno que debes dejar de creer

Es una realidad: es posible muchos de nosotros obtenemos (o hayamos obtenido) nuestra primera información sexual de la pornografía

Tres mentiras del porno que debes dejar de creer

Autor: Carlos Montes

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Es una realidad: es posible muchos de nosotros obtenemos (o hayamos obtenido) nuestra primera información sexual de la pornografía.

Nuestros padres en cierto momento nos hablan de ello, aunque generalmente sin entrar en detalle, en las escuelas tratan de hacerlo pero de la forma más aséptica posible… Muchas veces necesitamos saber más, tenemos dudas que casi nadie quiere responder y, especialmente ahora con el fácil acceso a través de Internet, el porno y sus producciones X se convierten en nuestros guías y contenedores de respuestas.

3 mitos del porno que NO debes creer

Pero si bien el porno a veces puede ser un recurso educativo, consiste sobre todo en crear una fantasía de la sexualidad humana, es decir, no es una descripción realista de lo que ocurre cuando la gente real lo consigue. Lo que nos puede llevar a absorber muchos mitos acerca de cómo se supone que debemos “mirar y sentir” el sexo.

Esto no quiere decir que el porno sea malo. La pornografía nos puede inspirar a probar algo nuevo en la cama, nos puede animar a estar orgullosos (y no avergonzarnos) de nuestros deseos sexuales, y puede animar un tipo de encuentro sexual o sesiones en las que auto proporcionarnos placer. No obstante, la mayoría de producciones sólo para adultos, especialmente la heterosexual dominante, no es necesariamente la mejor manera de aprender cómo realmente tener relaciones íntimas agradables y que satisfagan mutuamente.

Sin embargo, es fácil dejar que la versión brillante de las relaciones íntimas que te muestra este tipo de contenido entre en tu cabeza y haga que te sientas sexualmente inadecuado, especialmente si tienes una pareja que piensa que la actuación porno representa el estándar de oro del comportamiento sexual real.

Per, ¡seamos sinceros!, no es necesario actuar como unos de estos artistas para satisfacer o divertirte en la cama. Por eso, descubre 3 mitos sobre las relaciones en el cine X que puedes haber aprendido de sus películas y que son absurdos y no tienes por qué utilizar.

Mito 1: Escupir es el mejor lubricante

Viendo a los artistas de este ámbito andar siempre escupiendo en los orificios del otro, podrías pensar que la saliva debe ser el mejor lubricante. No obstante, escupir para lubricar es una idea bastante mala. La saliva se seca rápidamente, y no llega a proporcionar el grado de suavidad de los lubricantes comerciales o naturales. Olvídalo, en serio.

Mito 2: Los hombres sólo disfrutan cuando se trata de su miembro viril

A juzgar por lo que se muestra en este tipo de producciones, podrías llegar a creer que a los hombres únicamente sienten placer a partir de su miembro viril, pero esto no es así. También les gusta que les toquen otros lugares, como las mujeres, todos los hombres tienen zonas erógenas únicas y maravillosas gracias a las que disfrutan cuando se las estimula.

Mito 3: La penetración es todo lo que las mujeres necesitan para alcanzar el clímax

¡Craso error! Especialmente si tenemos en cuenta que el 75% de las mujeres no alcanzan el clímax únicamente por penetración vaginal. Y, en todo caso, ese 25% privilegiado, no lo logrará sólo un minuto después de esta (¿te suena?).

Así que, no te frustres si no ocurre en la realidad lo que pasa en estas grabaciones, ¡hay todavía más mitos en ellas! Y no, ¡no eres malo en la cama! Simplemente, no estás actuando en un film X.

Disfruta de tus relaciones,  reconoce tus propios límites sexuales y compártelos con tu pareja, saca el máximo partido de lo que sí puedes hacer y consigue ser el mejor amante que puede ser, aceptándote y buscando el placer de tu pareja y el tuyo. Conoce y disfruta, sin compararte con películas absurdas, pues ¡la realidad es infinitamente más deliciosa!

Vía: Supercurioso


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