La última interglaciación, entre 116.000 y 129.000 años atrás, tuvo temperaturas tan cálidas como las que vemos ahora. Ese fue uno de los períodos más calurosos del planeta en un período de 800.000 años, por eso constituye un buen punto de referencia para los modelos climáticos globales y comprender cómo afecta un clima cada vez más cálido al nivel del mar.
Jeremy S. Hoffman, de la Universidad Estatal de Oregón e investigador del Museo de Ciencias de Virginia, Estados Unidos, dirigió un estudio en el que analizó 104 datos de las temperaturas superficiales del mar durante la última interglaciación. Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Science.
«Durante el último período de interglaciación, las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida eran más reducidas que las actuales. El nivel global del mar estaba entre seis y nueve metros por encima del actual y las temperaturas del océano fueron las más cálidas de la historia reciente. Sin embargo, esas estimaciones muestran un alto nivel de incertidumbre, lo que dificulta proyectar con precisión el calentamiento en el futuro y sus impactos en el aumento del nivel del mar», explica Hoffman a la agencia Sinc.
Los científicos compararon los datos de los núcleos de sedimento con los registros térmicos publicados entre 1870-1889 y entre 1995-2014. El estudio reveló que al principio de la última interglaciación, hace 129.000 años, la temperatura de la superficie global del océano ya era similar al promedio de 1870 a 1889, y que hace 125.000 años subió de 0,3 a 0,5 ºC; idéntica al promedio de 1995 a 2014.
La investigación mostró que en ese período las temperaturas globales promedio de los mares eran superiores que en los tiempos preindustriales (antes de 1800) en medio grado, y casi idénticas a la temperatura promedio de los veinte años más recientes.
«Medio grado puede no parecer mucho, pero frente al promedio de la temperatura del océano es bastante sustancial», precisa Hoffman. «El problema es que los modelos informáticos no han sido capaces de simular este calentamiento para la última interglaciación», agrega.
Además, los datos revelan que las temperaturas del océano Atlántico fueron más frías al comienzo de la última interglaciación en el hemisferio norte que en el hemisferio sur. Los resultados globales del estudio podrían ayudar a los científicos a predecir con más precisión cómo responderán hoy los océanos al calentamiento que vivimos en el presente.
Fuente, Sinc