Los prejuicios sobre una supuesta superioridad intelectual del género masculino empiezan a influir en el pensamiento de las niñas desde los seis años. Así lo sugiere una investigación de la Universidad de Nueva York, la de Illinois y la de Princeton
El estudio, que se publicó esta semana en la revista Science, fue liderado por Lin Bian, doctora en Psicología de la Universidad de Illinois. «Los estereotipos que dan una mayor habilidad intelectual a los niños que a las niñas, surgen muy temprano y tienen un impacto sobre las aspiraciones profesionales de las mujeres», señala Bian a la agencia Sinc.
Para la investigación, los autores realizaron una serie de experimentos con niñas y niños de edades entre 5 y 7 años. En el primero, todos tuvieron que escuchar una historia sobre una persona que era muy inteligente. Luego se les presentó a cuatro adultos (dos hombres y dos mujeres) y se les pidió que adivinaran cuál de ellos protagonizaba la historia. También, entre una serie de parejas de adultos de diferentes géneros, se les pidió que dijeran quién creían que era «muy, muy inteligente».
Los resultados mostraron que tanto niños como niñas de 5 años veían a su propio género de manera positiva, pero entre las niñas de 6 y 7 años había mucha más tendencia a asociar una gran inteligencia con el género masculino, y la tendencia fue similar independiente de los contextos socioeconómicos y étnicos del grupo.
En otro experimento realizado más tarde se trabajó con un grupo diferente compuesto de niños de ambos géneros entre 6 y 7 años. La prueba consistía en dos juegos; uno para niños «realmente inteligentes» y el otro para los «trabajadores esforzados». Las niñas se mostraron menos interesadas en el juego para inteligentes, pero ambos géneros eligieron igualmente el juego para los trabajadores. Finalmente, un experimento comparativo observó el interés de niños y niñas de 5 y 6 años en los juegos «para niños inteligentes». Los resultados no mostraron diferencias significativas a los 5 años, pero en las niñas de 6 años, el interés por esta actividad nuevamente fue menor.
El estudio no especifica las causas de que la tendencia se comience a manifestar a la edad de 6 años, pero Lin Bian, opina que «si queremos cambiar las mentes de los jóvenes y hacer que el mundo sea más equitativo, necesitamos saber cuándo comienzan a surgir estos estereotipos para poder intervenir y evitar estas consecuencias negativas sobre las decisiones educativas de las niñas y sus futuras opciones de carrera», informa Sinc.