El ingeniero y magíster en políticas públicas de la Universidad de Chile, Eduardo Giesen, quien es parte del Colectivo Viento Sur, conversó con El Ciudadano sobre las plantaciones de la industria forestal y su relación con los incendios que afectan a nuestro país, y también las consecuencias medioambientales de estos.
Giesen recordó que en el origen del Decreto Ley 701 que establece el subsidio a la industria forestal, instaurado en el año 1974, está un personaje siniestro de la historia de la dictadura, Julio Ponce Lerou. El entonces yerno de Augusto Pinochet fue el primer director de Conaf, cuando fue transformada en el ente público-privado que es hoy en día, perdiendo el carácter de agente de bienestar público que traía sustentabilidad y apoyaba fundamentalmente la vida de campesinos y comunidades en armonía con el bosque.
Después de que Conaf pasó a administrar este decreto fue rápidamente aprovechado por algunos de los grandes grupos económicos para acumular riqueza, plantando pinos y eucaliptos. Estas son especies que secan las tierras y poseen componentes químicos muy inflamables en comparación a nuestro bosque nativo, lo que hace más propicio la propagación de los incendios.
“Estoy hablando de Matte y Angelini. Es decir, CMPC y Mininco hoy día tienen más de dos millones de hectáreas gracias a este subsidio (DL 701) y han incrementado grandemente su riqueza a partir de esta industria de plantaciones forestales y de la cadena de negocios anexos, orientada principalmente a la celulosa”, declaró Giesen.
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