Un día como hoy, 31 de enero, pero del año 2012, muere a los 101 en la ciudad de Nueva York Dorothea Tanning, una de las pintoras más impresionantes e importantes del movimiento surrealista.
Dorothea nació en 1910 en Illinois, EE.UU., un pueblo bastante atrasado y conservador en ese momento, sobre todo para ser una artista mujer. Gracias al apoyo de su madre, que le inculcó el amor por la literatura y la alentó en su carrera como pintora, Dorothea siguió adelante y estudió pintura en Chicago. Interesada por el movimiento surrealista viajó a Francia en 1939, época en que muchos de los miembros del movimiento habían escapado de Europa debido a la guerra.
De vuelta en EE.UU. conoce, en 1942, a Max Ernst, pintor y collagista surrealista. Se enamoran y viven juntos 34 años, hasta la muerte de Ernst en 1976.
La obra de Tanning es altamente simbólica, recoge sus imágenes del mundo onírico y de la memoria.
En El Ciudadano conmemoramos un año más de su muerte con una galería de algunas de sus pinturas más representativas: