Jade Smith quería hacer un Bloody Mary para compartir con sus amigos en casa. Para ello, fue al supermercado y compró una salsa de tomates. Al llegar a su hogar, sintió que la salsa pesaba más de lo normal…
La curiosidad lo hizo abrir más el envase y lo que se encontró adentro realmente fue asqueroso.
No se sabe bien qué es, dicen que puede ser un feto de animal o algo así. La verdad es que de sólo mirarlo no dan ganas de comer nunca más…
Debido a la asquerosidad del asunto, Smith decidió reclamar en el supermercado, pero la solución fue más insólita aún: le dieron 8 dólares para que haga compras. Además de ello, le dijeron que esa criatura asquerosa era un pedazo de molde que se había quedado de algo y que el laboratorio así lo afirmaba.
Pero eso no parece un molde… Increíble.