Hace unos meses algunos medios publicaron la noticia de un hombre que cayó dentro de uno de los manantiales termales del parque nacional Yellowstone, en Estados Unidos. Lo impresionante fue que en esas aguas altamente ácidas, donde solamente sobrevive un tipo específico de microorganismo, el cuerpo de este hombre se disolvió por completo en un solo día. Es una historia terrible, pero a la vez es fascinante. Uno de los comentarios más comunes entre las personas que leyeron la noticia, fue algo como «bueno, ahora ya sé dónde hacer desaparecer un cuerpo cuando lo necesite».
Si este chiste es divertido para algunos, es muy probable que esas personas tenga un alto nivel de inteligencia. De acuerdo a un nuevo estudio, publicado en la revista Cognitive Processing, hay una fuerte correlación entre el humor negro y la inteligencia.
El estudio fue liderado por un equipo de la Universidad Médica de Viena, donde fueron voluntarias 156 personas de ambos sexos, de toda clase de nivel educacional y de 33 años promedio. Primero se les hizo un test de coeficiente intelectual (CI) que involucró preguntas de razonamientos verbal y matemático. Luego se les pidió que miraran y reaccionaran a 12 caricaturas del humorista gráfico alemán, Uli Stein; todas con un componente de humor oscuro, ese que típicamente hace a las personas ser conscientes la crueldad exhibida, pero que al mismo tiempo causa algo de risa.
Este tipo de humor se ha asociado por mucho tiempo con las personas con rasgos melancólicos, pero este estudio reveló algo más interesante. Los que apreciaron los chistes no solo eran los que tenían un CI más alto en los tests, sino que también tenían menos tendencia a la agresividad y a los estados de ánimo negativos, y además eran mejor educados.
Quienes odiaron los chistes mostraron tener un CI promedio, niveles más altos de agresividad y estados de ánimo más negativos. Los participantes que entendieron y apreciaron este tipo de humor moderadamente, también tenían un CI promedio, un nivel de agresividad también promedio y una visión más positiva de la vida.
El punto es que el humor negro es una forma compleja de humor. Los temas pesimistas, como la muerte o la discapacidad, carecen de cualquier atractivo para muchas personas, pero la capacidad de ver a través de ese pesimismo y de reírse instintivamente de la forma inteligente en que se construye el lenguaje de estos chistes, requiere de un alto nivel de procesamiento cognitivo.
Por lo tanto, no hay de qué preocuparse. Reír con el humor negro no es señal de ser una persona cruel.
Por IFLScience
Versión español, El Ciudadano