Lo que parecía un día normal en un parque se Estocolmo se convirtió en un día para no olvidar.
¿Por qué? Porque cuando todo se desarrollaba con normalidad, apareció un hombre que plácidamente se sentó, pero sobre una silla que nadie podía ver, dejando en shock a los peatones que transitaban por aquel lugar.
Personas que caminaban, incluso los deportistas no podían creer lo que estaban viendo, pues sus intentaban encontrar la silla, pero nada de poder verla.
El protagonista de esta historia fue Julien Dauphin, un famoso ilusionista de Suecia que es reconocido mundialmente.