Este hecho es posible tras la liberación de la ciudad por parte del Ejército Árabe Sirio, zona que se encontraba bajo control de grupos yihadistas desde el año 2012.
Unicef proveyó material escolar, desarrollando un programa de aprendizaje rápido dirigido a docentes para ayudar a los niños a recuperar meses y años de instrucción perdidos.
Además levantó diez aulas prefabricadas y presentó un programa de sensibilización para formar a los niños y sus familias sobre los peligros de las bombas sin explotar.
Se calcula que en Siria 1,7 millones de niños y niñas no concurren a la escuela debido a la guerra que ha sido financiada por países como Estados Unidos y Francia.