Durante dos décadas, su sonrisa conquistó a los espectadores. El estadounidense Jim Walker (44) lideró los telediarios de importantes cadenas como FOX, NBC y CBS, donde destacó por su gran talento y profesionalidad. Virtudes que lo llevaron a conseguir el respeto de sus pares, además de dos nominaciones al Emmy. Hasta que un día todo se comenzó a derrumbar.
La audiencia parecía no acompañarlo y su vida privada se había transformado en un verdadero caos. No podía continuar frente a una cámara y necesitaba conseguir un nuevo trabajo. Ahí fue cuando el periodista se despojó de sus prejuicios, se operó las nalgas y en sólo 19 meses se consagró como uno de los actores más solicitados de la industria porno gay.
Después de la muerte de su pareja, la vida de Walker descendió en caída libre. De acuerdo con el portal Queerty, el fallecimiento de su novio le habría provocado problemas financieros, lo que -sumado a su decaimiento- habría desencadenado una crisis de imagen. Las encuestas hablaban por sí solas: él no le gustaba a la gente y la lucha por rating estaba atentando contra su salud mental. Entonces, decidió reinventarse. Dejó de lado las noticias e ingresó al universo del homoerotismo. En principio como escort de lujo. Sin embargo, y después de que un cliente pagara una fortuna para aumentar sus nalgas, el «playboy» decidió lanzarse a la fama (otra vez).
Hoy, Jim Walker es conocido como «Dallas Steele», destacado «pornstar» y protagonista de un sinnúmero de pícaras producciones, que le han valido la nominación a nueve Grabby Awards (el equivalente a los Oscars del «gay porn»). «Soy mucho más exitoso de lo que era antes, en todos los ámbitos», explicó a Cocktails and Cocktalk, además de señalar que -a pesar de las críticas- ha sido inmensamente feliz en esta nueva faceta de su vida: «Siento que algunos odiosos hayan decidido que los gays sobre 40 años deban usar sólo shorts de playa, moverse a los suburbios y conformarse con salir de fiesta una vez a la semana. No planeo convertirme en alguien silencioso por la noche».
Por otra parte, -y pese a que ha confesado a Pink News que extraña su antigua profesión-, Steele ha logrado encontrar el equilibrio. «Me siento tan comodo llevando traje como usando suspensores genitales», afirmó a la web que lo anuncia como el mejor gigoló de EEUU. Asimismo, «Dallas» ha protagonizado seis de las películas XXX más vistas del 2016, incluyendo la popular Blue Collar Balls, por la que fue nominado a un premio Cybersocket. Un recibimiento que ciertamente no se esperaba, sobre todo después de haber sido víctima de abuso y discriminación durante su época escolar.
«Era un niño gordo. Me molestaban muchísimo por mi peso. Por eso dejé el colegio y hasta quise cometer suicidio. Pero una profesora me convenció de sacarme mi diploma de bachillerato e ir a la universidad. Lo hice, e incluso terminé dos años antes que los imbéciles que solían molestarme. Durante ese tiempo también bajé de peso, pero no fue hasta 10 años después que comencé a preocuparme por mi físico», relató a la página Lion’s Den. De la misma forma, contó que la vida sana se ha transformado en uno de sus pilares y que, gracias a ello, se ha convertido en entrenador personal, además de ganador de varios concursos de físicoculturismo.
Así también, Cupido ha vuelto a alegrar su corazón con una nueva pareja, quien -aunque no vive del cine- disfruta acompañándolo en su carrera. «No es celoso. Generalmente, cuando voy a rodar una nueva escena él me escribe ‘¡que tengas buen sexo!’. Somos muy abiertos en ese aspecto», comentó al mismo medio. Una intensa relación que se ve reflejada en su Instagram, donde publica sus tardes junto a su novio y su gato. «El amor siempre gana», escribe, sin olvidarse de agradecer al porno por ayudarlo a sonreír de nuevo.