Orsolya-Anamaria Balogh, Una madre rumana de 27 años, ha salido libre de la corte hoy, luego de pasar 12 meses en prisión, en Cheshire, y de admitir, hace un año, que había intentado asesinar a su bebé recién nacido, abandonándolo en un basurero, en el baño de un hospital.
La historia es así:
La madre había asistido a la enfermería de un hospital, quejándose de vómitos y nauseas, negando al personal la posibilidad de estar embarazada.
La mujer se encerró dos horas en el baño del lugar, donde dio a luz, cortó el cordón umbical de su hijo, metió al bebé en una bolsa negra y luego lo introdujo dentro de una papelera.
El bebé fue descubierto poco después por un limpiador del hospital, quién describrió que encontró al bebé con “la piel oscura, azul”, debido a la privación de oxigeno.
Después del descubrimiento, Balogh fue arrestada por la policía, pero siguió negando que había dado a luz. Esto fue desmentido ante la corte, tras ser examinada por una partera, quien confirmó que ella había parido recientemente a un bebé.
Los expertos insisten en que ella habría sufrido un episodio de trastorno disociativo de su embarazo, es decir, negó completamente la realidad de su embarazo.
El bebé, que está en cuidados después del incidente, ahora está ‘prosperando’ y Balogh ha podido realizar dos visitas supervisadas al niño.
La madre llorosa, que vestía un abrigo verde sobre una camisa blanco y negro y pantalones vaqueros, sólo habló para confirmar su nombre y dirección con la ayuda de un intérprete durante la audiencia de 30 minutos.
Steven Swift, su defensor, dijo: “La acusada estaba en un estado disociado en el momento del nacimiento y ella ha recorrido un largo camino desde el estado en el que se encontraba, hasta ahora el estado en que se encuentra ahora. Ha cooperado plenamente con el personal de salud mental del hospital.»
El juez Flewitt sentenció a Balogh a una orden comunitaria de 12 meses que le exigía residir en una dirección en Leeds durante tres meses, además de someterse a un requisito de rehabilitación de 10 días.
El juez Flewitt, dirigiéndose a Balogh, dijo: «Usted es una dama de buen comportamiento anterior, que ha sido educada en un grado relativamente alto”.
La culpa de la mujer se redujo significativamente, dado el desiquilibrio mental que padecía al momento de su embarazo. Por otro lado, afortunadamente, el daño que se le causó al niño fue menor, a pesar de que es un agravante el hecho de que haya querido asesinarlo.
Dijo el Juez: «En este caso, felizmente su bebé sobrevivió y lo está haciendo bien. Además de esto, no desearía tomar un curso de acción que obstaculice su capacidad para establecer o mantener una relación con su hijo, si yo tuviera que evitar un contacto de esta naturaleza, entonces estaría privando a su hijo después de la dramática manera en que comenzó su vida”.
«En este caso, cualquiera puede pensar que no está siendo castigado por el delito, pero quisiera dejar claro que el tiempo que pasó en custodia fue probablemente un castigo mayor que el que usted habría recibido por intento de infanticidio de todos modos».
Fuente: Daily Mail