Tressa Middleton de Bathgate, West Lothian, quedó embarazada a los 11 años de edad y tuvo a su hija a los 12 años, convirtiéndose en la madre más joven de Gran Bretaña.
Cuando se supo que su embarazo fue producto de una borrachera y le contó a su familia, ellos enloquecieron. Pero, para Tressa jamás fue opción abortar; ella quería tener a su bebé a pesar de su corta edad.
Con el tiempo, su madre comenzaron a apoyarla y la joven de 12 años tuvo un hija a quien crió con mucho amor, hasta que su pequeña cumplió dos años, entonces, Tressa confesó la verdad: su hermano, Jason, quien tenía 16 años de edad en ese entonces, la había violado y la bebé era producto de esa violación. Le quitaron a su hija y jamás la volvió a ver.
De eso han pasado más de 10 años, pero Tressa tuvo que atravesar un duro camino después de que su hija le fuese arrebatada. Ella jamás la quiso separar de su lado y eso hizo que cayera en una terrible depresión. Por esto, cayó en las drogas, y pasó los siguientes tres años dentro y fuera de hogares de cuidado.
Hoy, está felizmente comprometida con su pareja desde hace 7 años, Darren Young de 30 años de edad y están esperando su primer bebé.
Pero su primera hija, le había estado mandando cartas cada 6 meses, aproximadamente, pero de pronto, dejó de escribir.
“Solía ??sentarme esperando que sus cartas llegaran; toda mi vida giraba alrededor de saber cómo estaba, soñando con el día en que nos reuniríamos. Disfrutaba cada pequeño detalle sobre cómo le estaba yendo en la escuela y qué juguetes le gustaban. De pronto, las cartas dejaron de llegar y tuve que enfrentar la realidad de que mi hija, estaba avanzando con otra familia. Quedé con el corazón roto” confesó Tressa Middleton.
En algún minuto, Tressa y Darren pensaron en pelear la custodia de su primera hija, pero luego desecharon la opción. “Me di cuenta que eso sería demasiado egoísta. Ella ya tiene su vida armada, no quiero interrumpir eso. Quiero que ella tenga la mejor vida posible y darle eso también al bebé que viene en camino” contó la mujer.
Tressa recuerda con melancolía que su hija cumplirá 11 años este verano, la misma edad que tenía ella cuando quedó embarazada.