Hoy la cocaína es una droga prohibida y combatida en todos los países del mundo. Es de conocimiento mundial el daño que hace en el organismo y en la población, y la alta adicción que produce su consumo. Pero esto no fue siempre así. En un momento su uso estaba permitido e incluso algunas personas lo promovía, como es el caso del doctor Sigmund Freud.
En Estados unidos el entonces presidente Richard Nixon inició su famosa “guerra contra las drogas”, en 1971 y prohibieron la marihuana, el LSD, la heroína, entre otras drogas, pero la cocaína, no.
De hecho, en un documento oficial de la Casa Blanca, fechado en 1975, consideran a la cocaína una sustancia “que no tiene consecuencias serias tales como el crimen, la hospitalización o la muerte”.
La situación sanitaria de esa hasta esa época, por lo menos, consideraban que la cocaína o el tabaco no eran tan dañinos y de hecho se daban el lujo de promoverlo en algunas publicaciones, además de promocionar todo tipo de objetos para consumirla, desde cajitas para guardarla, tubos, botellitas, frascos, pesas o moledores, todo un merchandising diseñado especialmente para el consumo de la cocaína, similar a lo que ocurre hoy con la marihuana.
Muchos de estos anuncios fueron creados por David Wilfert, director de la agencia publicitaria The World’s Best Ever, especializada en campañas relacionadas con las drogas, y aparecieron en revistas más o menos contraculturales de la época como Head, Rush, Flash, Stoned Age, Hi-Life o la muy longeva High Times, que aún se publica en nuestros días.
Los dejamos con una selección alucinante e incomprensible hoy en día de anuncios rescatados de esos días:
Sorprendente ¿no?