Este viernes, una camioneta explotó frente a un puesto militar del Ejército Libre Sirio (ELS) en la localidad de Sousian, a unos 40 kilómetros de la ciudad de Alepo, donde se encontraban cientos de civiles. En el ataque murieron 51 personas y se presume que el Estado Islámico está detrás del ataque.
Foto: Diario Correo
En un comunicado, el Observatorio Sirio para Derechos Humanos asegura que del total de fallecidos, 34 eran civiles. La organización teme que el número de muertos aumente en las próximas horas por la situación crítica en la que se encuentran los heridos.
Sousian se encuentra a las afueras de la ciudad Al-Bab. Esta urbe es clave en la guerra contra el Estado Islámico ya que se encuentra a 30 kilómetros de la frontera con Turquía y desde 2013 la organización yihadista se apoderó de ella.
Ayer, el Observatorio informó que las Fuerzas Armadas de Turquía junto con el ELS habían expulsado al Estado Islámico de Al-Bab, al igual que de las ciudades de Bzaah y Qabasin.
La toma de Al-Babes un paso hacia adelante para impedir que el Estado Islámico se siga infiltrando en Siria. El ejército turco y el ELS habían rodeado Al-Bab desde el pasado 10 de diciembre como parte de la operación Escudo del Éufrates.
En respuesta al ataque de hoy, la artillería turca golpeó el Estado Islámico en varios objetivos en el municipio de Tadef, al sur de Al Bab. Sin embargo, la organización terrorista aún controla algunas de las ciudades alrededor de Al-Bab.
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