Fue motivo de crónicas en diarios del mundo, generó un ruido casi ridículo y claramente, más de alguno pensó que había una fuerza real detrás. Todo porque la Marcha Nacional para que Alexis Sánchez deje el Arsenal había reunido más de 14 mil personas confirmadas en su página de Facebook, además de contar con 12 mil que «quizás» asistirían.
La convocatoria, que en un principio fue a las 10 de la mañana, se reprogramó para las 20 horas por la inasistencia de su gente. Al final, albergó a ocho fanáticos y algún que otro canal de televisión con sus cámaras y cronistas.
La iniciativa fue un éxito, la puesta en práctica, un fracaso. La Plaza Baquedano, de Santiago, estaba completamente vacía alrededor de las 20 horas. Aquella manifestación estaba pensada para que cada fanático pudiera opinar sobre el «Niño maravilla» y mostrar su descontento con el actual club en donde milita.
Rápidamente los usuarios de aquel evento se hicieron eco de los medios locales y algunos mostraron su enojo por la inasistencia de sus compañeros. «Fracasa su equipo, fracasa su hinchada, pero él jamás fracasará, porque Alexis es un grande», publicó un fanático.
«Son de cartón. Yo estoy acá. Por algo los políticos nos pasean. Si no somos unidos para nada. Ya es tiempo de que se coloquen los pantalones», exclamó otro de los presentes.
«Los chilenos estamos cansados de ver a una de nuestras estrellas trabajar solo para que su equipo salga adelante», describían los organizadores del evento en su página de Facebook.
La victoria del Bayern Munich sobre el Arsenal por 5 a 1, en el partido de ida de los octavos de final de la Champions League, había sido el detonante de la furia de los hinchas péro como suele pasar en Chile, el tema no pasó de ser una broma más con la que algunos ilusos creyeron que podrían cambiar una realidad que escapa a sus intenciones.