Una lluvia de críticas recibió durante esta jornada la Municipalidad de Providencia por incluir en un show en homenaje al Día de la Mujer a Tito Beltrán, tenor chileno condenado por violación y abuso sexual de una menor por la justicia sueca en 2008.
El repudio, expresado principalmente a través de redes sociales y difundido en medios de comunicación, fue tal que Beltrán decidió no presentarse en el evento organizado por la alcaldía de Evelyn Matthei.
Sin embargo, otra polémica que igualmente toca al tema de la violencia en contra de las mujeres asoma, luego de que la Corporación de Artes y Cultura de Colina haya decidido que en el marco de la «celebración» del 8 de marzo se presente la banda chilena Los Tres. El problema es que hace un tiempo la agrupación fue duramente criticada y acusada de naturalizar la violencia hacia las mujeres en el video de su canción «Hey, Hey, Hey», estrenado en enero de 2014.
En el clip, que comienza con un hombre asfixiando con sus manos a una mujer, se escuchan frases como «tráeme la escopeta porque le voy a disparar / al amor de mi vida que me acaba de traicionar (…) me dejó como un perro y ahora tendrá que pagar» o «esto es lo que pasa por querer y por amar». Junto con ello se ve, por ejemplo, a una mujer asesinada y envuelta como una momia bailando al ritmo de los acordes de Álvaro Henríquez y compañía, y a otras dos ya muertas frente a los músicos, al final de la canción.
Los cuestionamientos llegaron a tal nivel que la entonces ministra del Sernam, Loreto Seguel, repudió el clip y realizó una dura acusación contra su contenido. «Condenable nuevo video de Los Tres. Naturaliza la violencia y el femicidio como forma de resolver conflictos. Chile no necesita esto!», reclamó a través de su cuenta de Twitter la secretaria de Estado.
Los Tres respondieron entonces con un breve mensaje en su web oficial, en donde señalaron: «Solo una mente enferma y desviada podría considerar que ‘Hey, Hey, Hey’ es una apología al femicidio y a la violencia contra las mujeres. Los Tres aborrecemos la conducta abominable del femicidio».