Un impensado y a la vez asqueroso descubrimiento hizo una madre, Katerina Getsevich (30) tras sentir una y otra vez un horrible mal olor en su hija de sólo 18 meses llamada Accurisa Getsevich.
Y es que tras varias semanas de constantes preguntas, la mujer decidió llevarla al doctor para finalmente terminar con la duda, pero lo que ambos encontraron los dejó impactados: un pedazo de esponja podrida en su nariz. De acuerdo a The Sun, nadie jamás lo imaginó a pesar de que el cuerpo de la pequeña diera señales, pues la niña comenzó con molestias, estornudos y harta congestión, sin embargo, su madre pensó que se trataba de un simple resfriado. Pero esa idea de la gripe se fue de su mente cuando la situación se empezó a agravar, pues las secreciones comenzaron a salir verdes y un poco rojas, preocupando de gran forma a la británica, quien llevó a su hija rápidamente al Hospital de Hammersmith. Los médicos la examinaron y asociaron sus síntomas a un misterioso virus, por lo que le recetaron antibióticos, pero lamentablemente los problemas permanecían y la pequeña debió volver de urgencia al lugar.
En ese momento, Accurisa fue examinada por dos médicos que lograron encontrar una partícula blanca y extraña en su fosa nasal. “Ella olía como a pus putrefacto. Con una pinza lograron sacarlo poco a poco y se dieron cuenta que realmente era una esponja”, dijo la madre al diario británico. Tras el descubrimiento la madre, bastante molesta, está pensando en hacer una demanda contra el hospital por el mal actuar de los médicos hacia su hija. Cabe recordar, que los doctores la auto-medicaron dándole antibióticos por un supuesto virus que realmente no existía. Por su parte, el hospital sólo declaró que le pedían disculpas a la familia debido al mal servicio que recibieron. “Estaremos atentos a cada una de las quejas que hagan”, finalizó.