Las altas temperaturas y el pelaje frondoso de nuestras mascotas suelen convertirse en una mezcla poco deseable cuando el verano invade la ciudad. Calor, humedad, el sol azotando las calles con fuerza y los perros deambulando aturdidos bajo los rayos ultravioleta, son la evidencia empírica de que apaciguarles el malestar es prácticamente un deber que sólo los humanos podemos cumplir. Sin embargo, hay personas que parecen irse al extremo. Este es el caso de Lindsay Martin, que decidió llevar a su perra «Wembley» a la peluquería canina y hacerle un verdadero «fashion emergency».
Antes de la intervención Wembley lucía así.
Después de ir a la peluquería, la perrita lucía muy diferente. Radicalmente diferente.
¿Qué opinas sobre el cambio de Wembley?