Ash Soto tenía sólo 12 años cuando se le diagnosticó vitiligo, una condición rara que hace que la piel pierda su pigmentación, formándose manchas.
Cuando su vitiligo comenzó a extenderse, comenzaron a molestarla y acosarla. Comenzó a cubrir su cuerpo después de que una niña le preguntó si se había «tomado una ducha en lejía», después de verla en bikini.
Ahora tiene 21 años y le gusta su apariencia. Se ha dedicado a demostrar la importancia del amor propio a través de las redes sociales.
«Me tomó mucho tiempo compartir mi verdadero ser. Decidí publicar cuando sentí que era lo suficientemente fuerte y mentalmente capaz de manejar las reacciones», dijo Soto.
Comenzó a utilizar su cuerpo como un lienzo, aprovechando su vitiligo para crear magníficas obras de arte. Es parte de un proyecto que ella llama «The Marker Chronicles».
Ash espera seguir difundiendo su mensaje de amor propio e inspirando a otros a aceptarse a sí mismos tal como son.
Puedes seguirla en su cuenta de Instagram