Los US$ 850 millones anunciados el lunes para ir en apoyo de la pequeña y mediana empresa, que dan trabajo al 80% de la fuerza laboral del país, dejaron con gusto a poco a dichos gremios. El problema para ellos es que el dinero no se entrega directamente, sino que se licita a los bancos, los que terminan derivando los recursos estatales a sus más fieles clientes. Las pymes, por su parte, exigen que los fondos se entreguen de manera directa.
El programa anunciado el lunes 13 de este mes como de apoyo a la pequeña y mediana empresa alcanza la cifra de US$ 850 millones. A esta inyección de recursos el gobierno espera que se sume el capital privado, que de concretarse alcanzarían una cifra de US$ 1.800 millones, según lo que espera el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, quien junto a su par de Economía hicieron el anuncio.
El dinero será repartido a través de cinco focos: El primero entregará US$ 50 millones al programa de cobertura de préstamos a exportadores (Cobex). Este monto garantiza el 50% de los créditos de la banca a firmas exportadoras, ampliando las beneficiarias al aumentar de US$ 20 millones a US$ 30 millones el techo de ventas anuales que pueden tener para postular.
La segunda medida persigue proveer de financiamiento a las pymes en el ámbito de la innovación. Claro que el dinero no se entrega directamente a las pymes ni a través de créditos blandos administrados por el Banco Estado, sino que un monto de US$ 300 millones del Fondo de Garantía a la Inversión (Fogain), fueron licitados por CORFO a los bancos BBVA, BCI, de Chile, Corpbanca, del Desarrollo y Santander. Las tasas de interés serán de entre un 10% y un 15%. Un 30% podrá ser utilizado en capital de trabajo y un 70% en inversiones.
La tercera pata del plan es la licitación de una línea de capital de trabajo por U$200 millones de dólares para entregar fondeo y cobertura a las empresas de menor tamaño. El cuarto ítem es para los factorings no bancarios, a los que se les asignarán US$100 millones para que estas empresas entreguen líneas de crédito a las pymes.
Las medidas en su conjunto terminan siendo una fuerte inyección de liquidez al sistema financiero desde el Estado. No por nada Velasco dijo que “tenemos la certeza de que nuestro sistema financiero es sólido, está bien capitalizado, bien regulado. Vamos a garantizar su liquidez y a trabajar entre todos para que esos recursos le lleguen a las empresas que más lo necesitan”.
OPTIMISTAS Y RECELOSOS
La recepción a estas medidas quizás permitan ver quienes serán los más beneficiados: La Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF) fue la más satisfecha. A través de un comunicado, el titular de la entidad, Hernán Somerville, dijo que “la adopción de estas medidas, da cuenta de la agilidad y oportunidad con que las autoridades económicas están encarando los efectos de la compleja situación financiera internacional, al igual como ha sucedido con el actuar del Banco Central”.
También los presidentes de la Asociación de Exportadores, Ronald Bown, y de Fedefruta, Rodrigo Echeverría, celebraron la iniciativa.
Pese al optimismo, los representantes de los destinatarios originales del plan son los más críticos a éste. Tanto Iván Vuskovic, de Conapyme, instancia que agrupa a pequeños y medianos empresarios, como Rafael Cumsille, dirigente del Comercio Detallista, creen que las medidas son insuficientes.
Iván Vuskovic, aunque calificó las medidas como oportunas, dijo a El Ciudadano que su preocupación “es que los pequeños tocamos US$200 millones y no se aclara cómo se van a entregar estos recursos. Si una vez más va a ser sobre la base que CORFO va a licitar las platas, o sea, les va a entregar a los bancos y las empresas, por tanto, tendrían que ir a los bancos a conseguir plata. Realmente creo que la plata va a quedar de nuevo entrampada en la banca y no va a llegar a las pymes”.
Vuskovic agregó que considera mezquina esta entrega de recursos: “Los U$ 850 millones representan el 0,97% de las colocaciones de los bancos. Además, el grueso del programa –unos U$ 500 millones- son para el Fogain, y lo que requieren las empresas hoy es dinero para capital de trabajo o para refinanciar pasivos”.
A su juicio debieran concentrarse recursos que permitan la operación corriente de las pymes, por lo que espera nuevos anuncios a futuro que aseguren la efectiva llegada de los recursos a quienes los requieren. “Esta no es la primera vez que CORFO va a licitar recursos a la banca, creo que llevamos mas de 3 años con este mecanismo. Cuando CORFO licita el dinero a los bancos, éstos deciden a quien le entregan los recursos. Así, los bancos entregarán estos recursos a sus mejores clientes y los fondos no llegaran a quienes están sufriendo hoy los embates de la falta de liquidez”.
Ante la consulta si acaso no es mejor que el dinero se entregue a través de créditos blandos y a largo plazo otorgados por el Banco Estado, Vuskovic señala que si bien espera próximos anuncios, “nosotros hubiéramos preferido que se colocaran a través de institutos estatales, como Corfo, Sercotec o INDAP, instancias que tienen experiencia en estos temas y lo hacen o lo han hecho en el pasado”.
Vuskovic también recuerda que en las colocaciones de dinero de CORFO a través de los bancos hechas antes, según cálculos de la misma institución, “los recursos llegaron a unas 5 mil empresas pymes, cifra que no representa ni el 1% de nuestro mundo”.
Mauricio Becerra R.