Luego que el 25 de mayo pasado, cerca de 10 mil trabajadores pertenecientes a empresas privadas contratistas que trabajan para Codelco iniciaran una huelga, en exigencia a varias peticiones relativas a temas económicos y de condiciones laborales, dirigentes anuncian extender la movilización hacia el norte y endurecer las acciones de presión a la estatal, que se niega a negociar. Hoy, anuncian bloquear el paso de los buses que llevan a los empleados de planta de la minera.
Marcos Alarcón, vocero de los trabajadores movilizados, explica que se entregaron documentos a las autoridades de Gobierno y de Codelco, “y desde ese momento se han dedicado a dilatar las respuestas a los trabajadores contratistas y a no atender sus peticiones, escudándose en una mal llamada ley de subcontratación”.
El petitorio incluye el cumplimiento y mejoras al acuerdo marco de 2007 –fecha de la última gran movilización de subcontratados-, el pago de las jornadas extraordinarias, un bono de reconocimiento del 15 por ciento de lo entregado a los trabajadores de planta (lo que significan casi dos millones de pesos, frente a los más de 12 millones que recibieron los primeros) y la no aceptación de sanciones a trabajadores en huelga, mediante las llamadas “listas negras”.
Autoridades del mineral El Teniente rechazaron la protesta, señalando en un comunicado que “de acuerdo a la legislación vigente en el país, las eventuales diferencias existentes en materia laboral deben ser resueltas directamente entre las empresas contratistas y sus trabajadores».
PRODUCCIÓN
Cerca del 80% de los trabajadores de las 60 empresas contratistas para El Teniente no están desempeñando sus labores al interior de la mina, ni tampoco en la superficie, lo que podría afectar en la producción de la cuprífera.
Sin embargo, Codelco ha señalado que la situación “no afectó la continuidad operativa ni productiva de la división, ya que los turnos de personal propio de la empresa no han sido alterados y porque los trabajadores contratistas, en su gran mayoría, prestan labores de apoyo».
Alarcón, no obstante, replica que la Corporación Nacional del Cobre puede afirmar esto, «pero deben recordar que en la huelga pasada pensaron lo mismo y resulta que las pérdidas alcanzaron más de 20 millones de dólares», aludiendo a la huelga nacional que unos 28 mil trabajadores contratistas iniciada el 25 de junio de 2007 en demanda de mejoras laborales y que se prolongó por 36 días, con varias manifestaciones multitudinarias y demostraciones de fuerza de parte de los asalariados.
AGUDIZACIÓN EN LA MOVILIZACIÓN
Por su parte, ayer en Rancagua, Jorge Peña (en la foto), presidente regional del Sindicato de Trabajadores del Cobre (Siteco), indicó que llamará a adherir a la movilización a los trabajadores mineros del Norte, en vistas a lograr la paralización de todas las divisiones de Codelco.
Los trabajadores no han aceptado el bono de término de conflicto de 400 mil pesos por persona, ofrecidos por las empresas contratistas, así como el compromiso de no despedir a ningún trabajador.
Peña indicó que el movimiento debe fortalecerse y que la producción debe detenerse totalmente: “Hemos planteado que para conseguir lo que se está pidiendo hay que parar la producción (…) y eso no lo vamos a conseguir estando acá en la plaza, ni marchando una vez al día, eso es un dato objetivo”, según consigna el periódico regional El Corresponsal.
Loreto Rojas, vocera de los trabajadores movilizados indica, ante la negativa de Codelco, que “el dueño de casa no lo puede mandar a hablar a uno con el hijo”, ya que la estatal es el garante de los contratistas y éstos no pueden ofrecer dineros sin el apoyo de Codelco.
Por otro lado, denuncia los “oídos sordos del Gobierno”, así como la persecución a los dirigentes sindicales. Ayer, la dirigenta Tavita Escanilla, fue detenida por Carabineros sólo por estar grabando la manifestación en Rancagua. Según explica Rojas, fue rápidamente formalizada y condenada con la prohibición de acercarse por un año a menos de diez metros de cualquier manifestación.
Hoy jueves, el despido de dos funcionarios de la empresa Zublim provocó que 300 trabajadores fueran a apedrear las oficinas en Rancagua, resultando dos personas detenidas.
“Se acabaron las movilizaciones pacíficas. Acá el Gobierno deberá hacerse cargo de lo que ocurra de hoy en adelante. Y les avisamos a la gente, a los infiltrados de Investigaciones que si los atrapamos no seremos como los trabajadores pesqueros, sino que tomaremos medidas muy drásticas. Codelco y el Gobierno de Chile nos están obligando actuar de otra forma”, sentenció el dirigente Luis Núñez, según informa el mismo periódico regional.
Cerca del mediodía, los trabajadores exigieron la liberación de los compañeros detenidos, de lo contrario, amenazan con marchar hasta la Comisaría y lograrlo por otra medida.
Noticia en desarrollo
Por Cristóbal Cornejo
El Ciudadano