“El beso de la vida”, así fue titulada la fotografía tomada por Rocco Morabito en el año 1967, la cual muestra el romántico momento que compartieron dos hombres durante su jornada laboral. La imagen fue publicada posteriormente por decenas de periódicos internacionales, los cuales aplaudían la estética del registro que ganó el premio Pulitzer un año después.
Pero lo cierto es que el revuelo no se originó a raíz de la belleza inherente de la fotografía, sino que ésta escondía una increíble historia en sus protagonistas. La imagen mostraba a un electricista que le estaba dando respiración artificial a su compañero, quien quedó inconsciente tras recibir una descarga eléctrica en su cuerpo.
Ambos sujetos, identificados como Randall G. Champion y J.D Thompson, estaban realizando un mantenimiento rutinario de las líneas de baja tensión del poste de alumbrado público, cuando Randall recibió una descarga y gracias al arnés de seguridad que sujetaba su cuerpo, logró caer sobre su compañero, quien lo alcanzó rápidamente y le suministró respiración boca a boca.
Dadas las circunstancias y debido a que colgaban de un poste de alumbrado público, Thompson no pudo realizarle la reanimación cardiopulmonar que debe ejecutarse en esos casos, pero de todos modos respiró sobre su compañero, hasta que percibió un ligero pulso.
Tras salvarle la vida, Thompson lo desabrochó de su arnés y ayudó a bajar al hombre, quien aún percibía los efectos que había dejado la descarga en su cuerpo. Una vez abajo, le realizaron la reanimación cardiopulmonar junto a otro de los trabajadores que yacía en el lugar, mientras llegaban los paramédicos.
El autor de la fotografía fue justamente quien llamó a la ambulancia, ya que luego de tomar la fotografía percibió que uno de ellos se encontraba inconsciente.
“Vi a estos hombres trabajando de camino a mi asignación. Tomé ocho fotos en una huelga y de regreso escuché los gritos. Ya había tomado la foto, y me quedé esperando. Fue allí cuando escuché a Thompson gritar: Está respirando”.