Rodolfo Walsh nació el 9 de enero de 1927 en la provincia de Río Negro, en la patagonia argentina. Fue escritor literario, periodista y militante revolucionario. Sus primeras producciones literarias estuvieron abocadas a los cuentos policiales, siendo considerado el precursor del «nuevo periodismo», el cual mezclaba la literatura con el oficio diario del redactor. Muchos le asignan ese lugar al norteamericano Truman Capote, pero el libro Operación Masacre de Walsh, publicado en 1957, es el primero escrito dentro de ese registro.
Como muchos intelectuales y escritores de su época, Walsh contaba con una activa militancia social y política. El periodista argentino formó parte Montoneros y trabajaba en pos de la transformación social. Tal como dejó entrever en muchas ocasiones, su enemigo era el poder dominante, a quién denunció con sus investigaciones, y un sistema desigual que sólo otorgaba justicia a los dueños de empresas y terratenientes.
Su enemigo era el poder dominante, a quién denunció con sus investigaciones, y un sistema desigual que sólo otorgaba justicia a los dueños de empresas y terratenientes.
Siguiendo lo señalado por la revista digital La Primera Piedra, su figura incomoda desde siempre al progresismo, ya que era intelectual y militante de una organización guerrillera, quién resistió armado a su propio secuestro y llegó muerto al centro clandestino de detención, donde fue visto por última vez. Esto no encaja en la construcción del periodista comprometido “políticamente correcta”.
Sin embargo, un año antes de su muerte y ya en 1976, el primer año de la dictadura cívico militar en Argentina, Walsh se había convencido de la derrota del movimiento guerrillero en manos de un plan sistemático del Estado de tortura, desaparición y asesinato. Es por eso que ideó la Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA), y a los seis meses creó la Cadena Informativa y las cartas que llevaban su firma.
Su militancia, como muchos podrían creer, nunca lo hizo abandonar la insistencia en el rigor respecto de la información y el fomento a la participación popular, ANCLA se consumó como una agencia de contrainteligencia que buscaba generar discordia entre las fuerzas armadas en su interior, los grupos económicos y los altos sectores de la iglesia, a través de cables de noticias.
Su militancia, como muchos podrían creer, nunca lo hizo abandonar la insistencia en el rigor respecto de la información y el fomento a la participación popular, ANCLA se consumó como una agencia de contrainteligencia que buscaba generar discordia entre las fuerzas armadas
En 1977, un año después de asumido el poder por la dictadura cívico-militar, Walsh dará prueba de su coraje y militancia publicando su famosa Carta abierta de un escritor a la Junta Militar, donde denuncia los crímenes de lesa humanidad cometidos hasta el momento y el siniestro plan económico que llevaba a la Argentina a una crisis económica y social de la que nunca pudo salir completamente. Mientras los medios de comunicación callaban, Walsh tomó la decisión que le costaría la vida.
El 25 de marzo de ese año, a los 50 años de edad, Walsh es interceptado por las fuerzas represivas luego de enviar a todas las redacciones del país y repartir clandestinamente su carta abierta. En el lugar de los hechos se produce un enfrentamiento en el cual Walsh es herido de muerte y luego su cuerpo fue desaparecido por un grupo de tareas del centro clandestino de desaparición que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Así entonces, su ejemplo y lucha por un mundo más justo utilizando al periodismo como herramienta de transformación social lo ha convertido en un icono para muchos periodistas de la región. En un contexto donde el mundo y Latinoamérica parecen girar nuevamente hacia la derecha y el neoliberalismo, la figura fe Walsh se agiganta cada vez más.