El mes de marzo de 2017 ha sido una prueba mas que contundente sobre lo difícil y riesgoso que es ser periodista en México. En tres semanas, tres periodistas perdieron su vida. La última víctima, Miroslava Breach,corresponsal del diario La Jornada en Chihuahua, fue asesinada el jueves de ocho balazos cuando salía de su casa.
El asesinato de Miroslava, una de las periodistas más reconocidas en el norte del país, se dio cuatro días después del asesinato de otro reportero, Ricardo Monluí, quien escribía sobre los conflictos del sector azucarero del estado de Veracruz y Cecilio Pineda en el estado de Guerrero, ocurrido el 3 de marzo. «Justicia para ellos» fue el grito más coreado durante la protesta.
«Justicia para ellos» fue el grito más coreado durante la protesta
«Los colegas que están en riesgo son los que trabajan en los estados, en las provincias», explicó Arturo Cano, periodista del diario La Jornada, y complementa: «En la trágica lista de 123 periodistas asesinados en los últimos años no hay ni uno solo que trabaje en un medio nacional y fuera asesinado durante una cobertura. Los frágiles y vulnerables son los compañeros en los estados que están en primera línea de batalla». «El Estado mexicano ha sido incapaz de responder a todo ello», sentenció Cano.
Los periodistas que se autoconvocaron contaron con el apoyo de centenares de personas y se movilizaron hasta la sede de la Procuraduría General de la República (PGR). El objetivo principal fue mostrar la indignación por el fracaso de las instituciones y mecanismos creados, que no han servido para detener las agresiones en México, el cual es considerado uno de los países más peligrosos del mundo para la prensa.
«Los frágiles y vulnerables son los compañeros en los estados que están en primera línea de batalla»
Convocan a marcha para exigir justicia para periodistas asesinados en #México pic.twitter.com/XMbYQHYN7q
— Daniel Rosas (@danieltelesur) March 24, 2017
Precisamente uno de los últimos reportajes de la reciente periodista asesinada tenía que ver con los campesinos desplazados de la sierra, obligados a sembrar amapola para el ‘narco’. «Con estas muertes están imponiendo amplias zonas de silencio en todo el país. No sabemos nada de Tamaulipas, La Laguna, Allende, zonas de Veracruz…», señaló para El país de España Sandra Rodríguez, colega de Breach.
«Con estas muertes están imponiendo amplias zonas de silencio en todo el país»
¿Será el gobierno de México capaz de tomar cartas en el asunto? ¿Hasta cuándo los organismos internacionales mirarán para otro lado ante las aberraciones diarias que suceden en los estados mexicanos dominados por el narcotráfico y las bandas mafiosas? Mientras tanto, el periodismo sigue siendo un riesgo que muchos valientes aún deciden tomar en ese país.
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