Siempre se nos ha dicho que elijamos a un tatuador de confianza para hacernos una marca permanente. No vaya a ser que te suceda lo mismo que a una chica de 21 años, en St. Polten (Austria). Ella quería un símbolo del Yin y el Yan, y llevó su diseño al estudio. Varias horas después salió con su “obra de arte” en la espalda, pero no era para nada lo que ella esperaba.
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Al llegar a casa y mirarse la espalda en el espejo, descubrió que el odioso tatuador no había hecho ningún símbolo del Yin y el Yan, le había dibujado un pene y abajo le escribió la palabra “fuck”.
La chica quedó totalmente perturbada con la mala intención del sujeto, y decidió emprender acciones legales en su contra.
Cuando las autoridades contactaron al irresponsable tatutador para que diera su versión de los hechos, éste solo confirmó haberlo hecho y ésta fue su razón:
“Simplemente porque sí”.
A raíz de semejante burla, un tribunal lo declaró culpable y lo procesó por lesiones corporales. Dado que además tenía cargos anteriores por robo y disputas callejeras, se le adjudicó una pena de tres años y medio de cárcel, que tendrá que cumplir en una institución para enfermos mentales.
No es la primera vez que un tatuador poco empático dibuja penes en la piel de un cliente. En 2010 ocurrió lo mismo con un joven de 25 años, víctima de un tatuador de mal humor, que además le escribió la frase “denotando que es gay”. El suceso fue reportado por The Huffington Post.
Debe haber mucho antipático tatuando, así que mucho cuidado al elegir con quien se hacen un diseño. Y no salgas del lugar sin haber visto tu tatuaje.
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Reveniu 
