Por muy simple que parezca, a veces cuesta sonreír y alegrarnos el día a nosotros mismos. Pueden haber muchos motivos: cansancio, estrés, desgano, etc. Sin embargo, lo que nunca debemos olvidar es que son los pequeños gestos los que finalmente marcan la diferencia. Si no estás de acuerdo, mira lo que pasó entre estos tres niños y los recolectores de basura de un barrio residencial en Estados Unidos. Esto es grandeza de corazón.
Martha tiene trillizos, dos varones y una niña pequeña. Viven en un barrio alto, y junto a Rob, el padre, forman lo que parecer ser una familia feliz.
Rob, Chad y Andrew, por otro lado, son tres jóvenes de escasos recursos que trabajan todos los días recolectando la basura de la ciudad. No es un trabajo fácil, pero ellos lo hacen bien. Sin duda, lo hacen demasiado bien.
Uno se preguntaría ¿En qué momento se cruzan las vidas de estas personas? Una familia adinerada, con tres chicos que recogen la basura de la ciudad ¿Qué tienen en común? Pues, TODO. La alegría, el cariño, la acogida, el respeto, la sencillez, la humildad, y podría estar horas. Tanto así que hoy, después de ya algunos meses de conocerse, los trillizos de Martha son mejores amigos de Rob, Chad y Andrew. Con el camión de la basura llegan los héroes de los pequeños.
Los abrazos y la alegría son parte de cada una de las visitas.
“Estos dos tienen un lazo especial. Cada vez que Rob llega, ella corre a abrazarlo”, dice Martha.
Martha le enseña a sus hijos a ser amable con todas las personas. Los seguidores de estas fotos alrededor del mundo están profundamente inspirados.
Revisa la historia completa a continuación.
https://www.youtube.com/watch?v=iadVY509NC4
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