Este sábado se reunieron en Buenos Aires los cancilleres del Mercosur. Llegaron los cancilleres de Argentina, Susana Malcorra, Aloysio Nunes (Brasil), Rodolfo Nin Novoa (Uruguay) y de Eladio Loizaga (Paraguay). Todos gobiernos de derecha (a excepción de Uruguay) y, en el caso de Brasil, llegados al gobierno a través de un golpe parlamentario.
Fueron convocados de forma «urgente» para resolver “la situación institucional de Venezuela”.
Como pocas horas antes el Tribunal Supremo de Justicia de dicho país echó atrás en su decisión de asumir las funciones del Parlamento, no consigueron el objetivo de abrir un flanco en la agrupación económica contra Venezuela.
Hace pocos meses, como dominan Mercosur, suspendieron a Venezuela de participar en el organismo de integración comercial. La cancillería venezolana llamó de nueva Triple Alianza esta mayoría de derecha circunstancial.
A través de un comunicado, la República Bolivariana de Venezuela expresa su categórico rechazo a la reunión de cancilleres, argumentando que “excediendo sus competencias y atribuciones, y persistiendo en la ilegalidad de vulnerar la condición de Venezuela como Estado Parte del MERCOSUR, han tomado decisiones contra Venezuela al margen de la legalidad e institucionalidad de esta organización y del Derecho Internacional”.
La cancillería venezolana comenta que “constituye un nuevo intento para desconocer los derechos de la República Bolivariana de Venezuela, con plena capacidad jurídica dentro del MERCOSUR, y atenta nuevamente contra el sistema legal del bloque, afectando no sólo a Venezuela sino a toda la Región, generando falsos positivos mediáticos que pretenden ser legitimados sobre la base de un fraudulento consenso. Denunciamos a la comunidad internacional esta bufonesca injerencia que pretende socavar la soberanía de Venezuela”.
Agregan que “los cancilleres que se reunieron para discutir la «situación de Venezuela» protagonizaron una dantesca escena. Un canciller de facto, una canciller disminuida por las criminales políticas sociales y económicas de su país, un canciller a escasas horas del asesinato de un disidente político y masiva represión en las calles contra el pueblo, son apenas una muestra de la fantochería de quienes con desparramada hipocresía e inmoralidad condenan a Venezuela”.
El canciller brasileño, Nunes Ferreira, también fue denunciado por recibir dinero de sobornos y corrupción. En este punto específico supera al antecesor: ya está bajo investigación del Supremo Tribunal Federal.
“Venezuela reitera, de manera enfática, que sus asuntos internos sólo pueden ser resueltos por las y los venezolanos, sin injerencismo de ningún tipo, tal como expresamente está contemplado en la Carta de las Naciones Unidas e innumerables instrumentos jurídicos internacionales. La derecha regional intolerante, conformada en coalición interventora, solivianta a la opinión pública internacional y convierte un conflicto de poderes perfectamente normal en cualquier democracia vigorosa en groseras justificaciones para avalar su vulgar intervencionismo”.
Finalmente dicen que “la República Bolivariana de Venezuela exige el cese del hostigamiento, acoso y agresiones contra el país y de los intentos de desestabilización adelantados por este club de gobiernos confabulados de la región y algunos de sus personeros, todos obedeciendo mandatos imperiales, y hace un llamado a los pueblos a defender al MERCOSUR y la estabilidad política de Nuestramérica. MERCOSUR nació, y se desarrolló con los Gigantes del Sur, para la integración social y productiva de los pueblos, para el crecimiento compartido, el desarrollo conjunto y la solidaridad”.
El Ciudadano
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