¿Has imaginado cómo es la vida de las personas con discapacidad visual? ¿Como pueden ir y venir, por ejemplo? Por desgracia, el hecho es que no son raros los relatos de prejuicio o “simple” desidia que estas personas se enfrentan todos los días. Incluso, un ejemplo reciente en Brasil que ganó relevancia en los medios de comunicación, sucedió en febrero de este año en una playa de Balneário Camboriú, Santa Catarina. En la ocasión, algunos bañistas incomodaron con la presencia del perro-guía y llegaron a desencadenar la Policía Militar!
La historia que vamos a contar aquí es de Amit Patel, un médico que tuvo que abandonar la profesión después de perder la visión. Él vive en Londres, Inglaterra, y pasó a contar con la ayuda de un perro guía — lo que ya es un recurso disponible para la mayoría de las personas —, sin embargo se enfrenta a diversas dificultades en el día a día.
Jornada tumultuosa
Según él cuenta, incluso en entornos con bastante espacio, y dado que él no puede ver, las personas suelen pasar cerca de él y terminan chocando en él y Kika, su compañera canina. Otro problema frecuente es que Kika se ha entrenado para sentarse a la izquierda de él, entonces es común que ambos acaben bloqueando las escaleras mecánicas; ante esto, mucha gente la golpea con bolsos y paraguas, para que ella salga del camino.
Como si todo esto no fuera suficiente, existe todavía el peso de los comentarios negativos que se oye todos los días: “Las personas son tan groseras y arrogantes, que se supone que pueden hacer lo que quieran (…) Una señora llegó a decir que debía pedir disculpas a las personas detrás de ella por reducir la velocidad las. Le pregunté si debía pedir disculpas por ser ciego, y ella dijo que sí”, se desahoga Amit.
Las actitudes negativas de las personas dejan la perra bastante asustada
Otra dificultad común ocurre en los trenes, cuando busca un asiento en los vagones. “A veces, me he pillado un tren con mi hijo de 4 meses, y lo digo muy alto ‘Kika, encuentre-me un asiento’, pero nadie se mueve”, se desahoga Amit.
Entra en escena la cámara
En virtud de todo esto, Amit decidió instalar una cámara en Kika, que está con él desde 2014, e incluso ya lo ha salvado de un atropello: “ella vio el coche (que cruzó el semáforo en rojo), se puso en frente de mí y cogió el golpe. El coche rozó su nariz”, cuenta él. Afortunadamente, nada grave sucedió con la perra, pero sólo volvieron a salir tres días después.
Kika equipada con la GoPro
Su esposa asiste a las grabaciones en el final de cada día y suele publicar en Twitter un poco de la rutina. Con la divulgación de fotos y de videos de Amit y Kika, la idea es contribuir a la concientización acerca de las personas con discapacidad visual y sus perros-guía.
Actualmente, Amit Patel es voluntario del RNIB, Action for Blind People y Guide Dogs for the Blind, y se dedica a ayudar a los nuevos usuarios de perros-guía.
a continuación se muestra un poco de lo que Amit y Kika pasan todos los días: