Comentario de teatro “Odiar lo que se ama” de José Serraluna

La obra fue escrita por José Ignacio Serraluna, multifacético escritor, actor y director teatral que en la actualidad vive en la ciudad de Santa Fe, Argentina.

Lanzada en Chile y Argentina en un estreno simultáneo. En las funciones para nuestro país ha sido producida por José Andrés Peña y representada por la compañía Teatro Altercado.

En primera instancia, la pieza teatral resulta una apuesta arriesgada y fuera de lo común. Llama profundamente la atención la escasa escenografía, compuesta solamente por una silla y dos armazones de metal que simulan las ventanas de una vieja casa provinciana. También escapa de lo habitual la trama que se articula como un diálogo con apenas dos actores: Isabel, una joven risueña, llena de energía y  Julio, un envejecido cura de pueblo.

Por ello la potencia y capacidad de conmover de esta obra reside esencialmente en la fuerza con la que se ejecuta la actuación. Alejandra Araya como Isabel realiza un papel impecable, encarnando a una joven juguetona y con aires de rebeldía, su personaje va progresando paulatinamente a cuestionamientos existenciales que la llevan a comprender su oscuro presente, mientras Pablo Jeréz, interpretando a Julio, desempeña un trabajo en escenas que sorprenden, ya que se mueve entre emociones totalmente opuestas; por una parte la angustia y la pena del presente en el cual ha abandonado la fe y la esperanza, en oposición a un pasado que evoca la inocencia, jovialidad y la felicidad perdidas. Ambos logran, a pesar de la barrera que impone la diferencia de edad, una conexión y emotividad que va creciendo e implicando al público. El diálogo que por momentos ahonda en temáticas dolorosas y complejas como la frustración, los viejos amores o el odio, es claro, ágil y fluido, con ciertos toques poéticos que en ningún momento se vuelven tediosos ni clichés.

“Odiar lo que se ama” juega con las realidades temporales de una manera magistral, el pasado y el presente se encuentran y se enfrentan dentro de la casona de campo de manera simultánea, escapando a la lógica y la concepción lineal que manejamos del tiempo y el espacio, son distintas formas del tiempo que convergen en los personajes como metáforas.

Lo que más atrapa de la trama es la evidente intención del autor por mantener la duda y la tensión, para ello utiliza recursos como giros inesperados que sorprenden gratamente, pequeñas pistas y sobre todo diversos matices que permite llegar a variadas interpretaciones que hacen participar al espectador en la acción. La obra está jugando en todo momento con nuestras expectativas haciendo que el público se pregunte constantemente si lo que está viendo: ¿Se trata de una alucinación? ¿De un sueño? ¿O la oportunidad de un último adiós?

«Odiar lo que se ama» estará presentándose los fines de semana del 8, 9 ,22 y 23 de abril en Avenida Italia 1133 Providencia.

Inés Hazbun