Irregularidades administrativas habrían detonado salida del gerente de la Corporación Cultural de Temuco

El Ciudadano tuvo acceso a un documento enviado por el vicepresidente de la Corporación al director de Control Interno Municipal, explicando una serie de irregularidades que habría cometido Gerardo Aravena Apablaza, destituido a comienzos de año.

Irregularidades administrativas habrían detonado salida del gerente de la Corporación Cultural de Temuco

Autor: Felipe Menares

El pasado 30 de enero fue destituido el Gerente de la Corporación de la Cultura de Temuco, Gerardo Aravena Apablaza, por la mayoría de los miembros del directorio, siendo apoyado únicamente por el presidente de la Corporación y alcalde de la capital de La Araucanía, Miguel Angel Becker.

El término de la gestión de Aravena se fundamentaría en graves irregularidades administrativas, denunciadas por el director vicepresidente de la Corporación Cultural de Temuco, Carlos Oyarzún Polanco, quien envió una carta al director de Control Interno Municipal, Octavio Concha Riquelme, con idéntica fecha a la resolución que derivó en la salida de Gerardo Aravena.

En la misiva, Oyarzún solicita un pronunciamiento de la autoridad acerca de la legalidad o ilegalidad de situaciones administrativas. En concreto, el vicepresidente de la Corporación denuncia un «uso reiterado, por parte de la Gerencia Corporativa, de instrumento público adulterado en contenido y forma ante instituciones nacionales y regionales».

El denunciante afirma que la confección del instrumento público cuestionado se ha realizado con manejo trucado de firmas o rúbricas personales escaneadas y para gestiones que no han sido informadas, ni consultadas, ni autorizadas por el directorio de la Corporación.

El segundo punto expuesto por Oyarzún Polanco habla de «gastos improcedentes en su imputación presupuestaria», además de una rendición igualmente «improcedente» de una factura por $15.600.000. El denunciante señala que estos recursos se comprometieron para eventos artísticos, los que se realizaron desde principios del mes de febrero, sin respaldo legal ni financiero previo.

Carlos Oyarzún Polanco.

El documento dirigido al director de Control Interno Municipal añade que se realizaron gastos improcedentes y su derivación documentaría posterior en la rendición de gastos por más de $15 millones hacia el financiamiento de la Gala Aniversario 2016, destinos y gastos que no se encontraban en el proyecto.

Oyarzún relata que se consideran improcedentes, «al haberse modificado sin autorización de Directorio el Proyecto original de Subvención Municipal de 30 de diciembre 2015; el que fue aprobado primeramente por Directorio y posteriormente por el Concejo Municipal».

En esta línea, el vicepresidente de la Corporación sostiene que el gasto mencionado y su posterior rendición de cuentas «constituirían una irregularidad grave al haberse modificado unilateralmente el destino de la Subvención».

Además, la denuncia establece que los ingresos por concepto de arriendos del Teatro Municipal incumplen la decisión unánime del directorio de la Corporación en abril de 2016. «Lo cobrado por intervención directa del Gerente, significó un ingreso menor de más de medio millón de pesos respecto de lo que habría sido regularmente cobrado según lo ordenado por Directorio», afirma Oyarzún Polanco.

Según detalla el vicepresidente de la Corporación de la Cultura de Temuco, el ex gerente participó en modificaciones unilaterales a «Proyectos de Subvención Municipal». En la carta se afirma que desde febrero (caso de la Gala Aniversadio) se realizaron modificaciones unilaterales, sin información o aprobación de directorio y del Concejo Municipal, del proyecto original para subvención especial denominado «Cultura en mi Barrio».

Por último, en el documento se alude a un convenio suscrito por Aravena con la directora de la Escuela Armando Dufey. En noviembre de 2016 –apunta Oyarzún– apareció un gasto por $223 mil, mediante un cheque dirigido a la directora del establecimiento.

De acuerdo al relato, Aravena habría justificado el hecho por una cláusula contenida en el convenio: «Ayudas económicas mutuas, siempre y cuando sus ejecuciones presupuestarias así lo permitan».

Oyarzún manifiesta que «hasta diciembre pasado el Directorio jamás tuvo conocimiento de aquel convenio o siquiera de la posibilidad de obtener ‘recursos frescos’ desde la Escuela Armando Dufey, o viceversa. Huelga señalar que de haber sido tal Convenio revisado o sometido a aprobación por Directorio, no habría éste obtenido su visto bueno por lo absurdo e improcedente de las ‘ayudas económicas mutuas’ entre dos entidades municipales».


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