Una crisis con más de 4 millones de cesantes llamó a los españoles a decir ¡Basta! Por casi un mes acamparon en la Puerta del Sol en Madrid y en varias otras ciudades. La prensa los llamó los indignados y el mundo conoció la gesta como el 15M. La protesta contra las políticas neoliberales en la Unión Europea se esparció por otros países. Si bien este lunes terminó la ocupación, para el próximo 19 de Junio está llamada a la primera protesta global de los indignados.
El 15 de mayo miles de españoles se volcaron a las calles de distintas ciudades en la protesta citada por el grupo Democracia Real Ya. Bajo el llamado de “Toma la Calle”, el manifiesto de DRY circulaba por internet ya desde el 7 de marzo. Los gritos de “no nos representan”, “lo llaman democracia y no lo es” o “esta crisis no la pagamos” desbordan el ambiente de descontento de los asistentes, y de una Puerta del Sol que no daba abasto para tanto indignado.
Esa misma tarde, un grupo de 300 manifestantes decidió quedarse en la plaza, la noticia de su desalojo por parte de la policía se respondió con más acampadas en 30 ciudades. Así se inició la #spanishrevolution y el llamado se transformó en “Toma la Plaza”.
El naciente movimiento 15M se define a sí mismo como “personas que decidimos reunirnos para seguir reivindicando la dignidad y la conciencia política y social”. Se declaran apartidistas y se organizan de manera asamblearia, horizontal y pacífica para lograr una “sociedad nueva que dé prioridad a la vida por encima de los intereses económicos y políticos”.
LA POLÍTICA DE LOS CONSENSOS
Pablo (21), portavoz del 15M en Madrid explica que “la gente en lo que está teniendo consenso es en los fallos del sistema. Prima más el capital que la persona, lo estamos viviendo con los desahucios, con los desorbitados salarios de los políticos o de los futbolistas. Lo que buscamos es que la democracia y las personas prevalezcan sobre el sistema financiero y los empresarios”.
Los ‘indignados’ tienen claridad respecto de lo que quieren cambiar, sin embargo, el cómo o el porqué reemplazarlo se ve más difuso. Las actas públicas difundidas en el sitio madrid.tomalaplaza.net reflejan un consenso de mínimos cuatro puntos que surgió de la comisión de políticas a corto plazo: Reforma electoral, lucha contra la corrupción, separación efectiva de los poderes (legislativo, judicial y ejecutivo) y mecanismos de control ciudadano hacia los políticos. Todo lo demás se encuentra aún en gestación.
En la acampada de Sol el sistema de decisión es el consenso absoluto por sobre las mayorías. Esto implica que cada propuesta debe ser aprobada en asamblea por unanimidad, y en caso de haber disensos el tema se vuelve a someter a discusión.
El profesor de ciencias políticas Carlos Taibo escribe en una columna publicada en medios alternativos que “algunas de las consecuencias imprevistas, no precisamente saludables, del procedimiento de decisión que se está aplicando en tantos lugares: Un método que, al desterrar el voto en provecho del consenso, permite prescindir, sin más, de un sinfín de propuestas que gozan de un amplísimo respaldo entre quienes las debaten. Al final, y de resultas, sólo salen adelante aquellas iniciativas que, por lógica, no suscitan controversia alguna.”
Pese a la falta de consistencia que ven algunos en el movimiento de las acampadas, el diario El País publicó recientemente una encuesta que sostiene que el 81% de los españoles está de acuerdo con el 15M y piensa que los indignados tienen razón. Este amplio respaldo responde, además de un diagnóstico compartido, al impacto que ha producido en la sociedad española su nivel de organización, su capacidad comunicativa y el uso de las redes sociales.
El campamento de Sol se convirtió en una verdadera ciudad autónoma. Las múltiples comisiones –comunicación, información, extensión, legal, propuestas, etc.- y los grupos de trabajo –política, feminismo, social y migración, medio ambiente, educación y cultura, economía, entre otros- se organizan de forma autónoma en asambleas, y sus propuestas se someten a la aprobación de la asamblea general que se realiza cada día a las 20:00 horas. Cada asamblea, como su respectiva acta, puede seguirse por internet. Para estas reuniones se elaboró un protocolo de dinamización que fija roles y lenguaje de señas para aprobar o rechazar una propuesta, con el fin de agilizar.
DE LAS PLAZAS A LOS BARRIOS, Y DE REGRESO A LAS CALLES
El revuelo internacional que ha causado el movimiento 15M, y las múltiples réplicas y muestras de apoyo en todo el mundo, demuestran la trascendencia de la #spanishrevolution. No ha sido el calor, ni las fuertes lluvias, ni la prohibición de la Junta Electoral, ni los intentos y amenazas de desalojo, sino los problemas naturales de convivencia y la necesidad de dar un paso hacia adelante lo que ha instalado la discusión de retirar los campamentos. La acampada de Barcelona en plaza Cataluña ya decidió suspender la actividad nocturna, pero con la certeza de que continuarán organizados y celebrando asambleas en los espacios públicos.
En Madrid, el giro comenzó a darse el 28 de mayo, cuando se convocó a asambleas populares en todos los barrios y pueblos de alrededor. Las asambleas de barrio han continuado reuniéndose semanalmente y replicando la organización interna de comisiones.
“Esto es algo por y para la ciudadanía y todas las personas que conforman la sociedad viven en los barrios. El hecho de trasladar esto a los barrios demuestra el continuismo”, afirma Pablo. Belén, de la comisión de barrios, concuerda con él, “los barrios son el relevo, tenemos que entregarles la posta. La idea es establecer la Asamblea Popular de Madrid”.
La acampada de Sol decidió irse de la plaza el domingo 12 de junio, pero se hizo una funa en la investidura de los cargos municipales el 11 del mismo mes, y una manifestación masiva de carácter internacional para el día 19. Las fechas dirán cuánta fuerza puede seguir demostrando el 15M de los españoles.
LA ACAMPADA DE SOL EN CIFRAS
-Abarcó más de 600 metros cuadrados.
-Integró 46 puestos de comisiones, grupos de trabajo y lugares comunes.
-La biblioteca albergó más de 1.000 libros donados.
-La guardería recibió al menos 30 niños al día.
–2 comedores ofrecieron agua y alimento de forma permanente y gratuita.
-Se llegó a más de 1.500 personas durmiendo en la plaza, en momentos álgidos.
-Los voluntarios fluctuaron constantemente, pero se estimó un piso de 300.
Texto y fotos 2 y 3: Natalia Sánchez Mella
Fotos 1 y 4: Diego González
El Ciudadano
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