Este martes 4 de abril, civiles de Khan Sheikhoun, un pueblo de Siria controlado por rebeldes, cercano a la frontera con Turquía, sufrieron uno de los dramas bélicos más impactantes desde 2001, cuando comenzó un conflicto armado que ha vuelto cada vez más complejo y que parece interminable.
La cifra de muertos por armamento químico en la provincia de Idlib ha alcanzado a 86, entre los cuales 30 son niños y 20 son mujeres. Los heridos superan los 500.
Gran parte de los medios alrededor del mundo han apuntado al Gobierno y al Ejército sirio como responsables de un ataque químico premeditado, pero las autoridades del país niegan la acusación y argumentan que los químicos fueron liberados cuando un ataque aéreo del Ejército impactó un centro de almacenamiento de armas químicas en poder de grupos rebeldes, informa Democracy Now.
Así también lo afirmó ayer el vocero del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, por medio de la agencia informativa Itar Tass. Konashenkov detalló que allí se elaboraban proyectiles con agentes químicos que serían entregados a grupos iraquíes.
No está claro, sin embargo, qué intenciones hay detrás del evento. Al estar Khan Sheikhoun controlado por grupos rebeldes, contrarios al gobierno de Bashar al-Assad, surgen dudas de quién se beneficia y a quién se pretendía atacar.
La Casa Blanca -que durante la jornada de este jueves realizó un ataque aéreo contra Siria– ha dicho que el bombardeo hizo cambiar su visión sobre la guerra en Siria. Hace una semana, el Gobierno estadounidense no quería involucrarse en presiones para sacar al presidente Bashar al-Assad de la administración siria. Este miércoles, de hecho, el tono de Trump era muy diferente al dirigirse a la prensa. «Las muertes de mujeres y hermosos niños pequeños fueron una afrenta a la humanidad. Estas horrendas acciones del régimen de Assad no pueden ser toleradas», declaró el presidente.
Al-Assad, por su parte, advirtió sobre el poder de los terroristas que operan en Siria contra los países europeos y afirmó que hay cientos de miles de estos grupos operando actualmente en el país, informa Telesur. Hay «al menos 100.000 terroristas [en Damasco] o quizás cientos de miles en Siria y países cercanos que podrían dirigirse a Europa», señaló el mandatario, agregando que los terroristas con ciudadanía europea son más peligrosos, porque conocen la región en detalle. En entrevista con el medio croata Večernji list, Al-Assad destacó la importancia de recuperar la cooperación con Francia, que podría ayudar a evitar ataques en Europa.
El mandatario sirio fue más allá, denunciando que Israel, Turquía, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Arabia Saudita apoyan a grupos armados que operan en Siria. «Envían miles de terroristas a Siria, ayudándoles directa o indirectamente, logísticamente con armas, dinero, cobertura política y todo lo demás», afirmó Al-Assad.
El analista británico, experto en seguridad internacional y terrorismo, Charles Shoebridge, dio algunas directrices para entender por qué es apresurado culpar a Al-Assad por el ataque del martes. Hablando al medio RT, explica que el Gobierno no tenía motivos, pues «está obteniendo victorias importantes», y que los más beneficiados son los rebeldes, porque «logrando una importante ventaja política en un momento en que están luchando estratégica y geopolíticamente».
Otro experto, el analista político Robert Inlakesh, de Australia, señaló a Press TV que el ataque ocurrió justo cuando estos grupos estaban perdiendo, argumentando que esta suele ser una estrategia de los grupos rebeldes, apoyados por Occidente, para culpar a Damasco de las tragedias.
Mientras tanto, el mundo se pregunta qué pasa realmente con las personas y a quién le importa que siga muriendo gente inocente -o a quién le conviene-, cuando en Siria vuelan bombas desde todos los flancos posibles. La escritora siria- estadounidense, Lina Sergie Attar, original de Aleppo, declara al medio Democracy Now: «Estos ataques están ocurriendo absolutamente todos los días. No hay una lógica. Lo cierto es que cada día los sirios enfrentan la muerte de alguna forma, por el régimen sirio, por sus aliados, por la coalición de EEUU, por ISIS, por todas estas fuerzas que, lo que han hecho, es declarar a la gente de Siria, sus enemigos».
El Ciudadano