Se dice que en las muchas misiones espaciales a la luna se han dejado objetos insólitos sobre el suelo del satélite natural. Fuera de los abandonados por por vehículos espaciales, hay otros objetos personales y conmemorativos, que no podrás creer que están ahí.
1. La foto familiar
Charles Duke, un integrante de la misión Apolo 16, dejó una foto de él con su esposa e hijos y la dejó en el suelo de la luna. En el reverso de la imagen escribió «Esta es la familia del astronauta Duke, del Planeta Tierra. Se posó sobre la Luna en abril de 1972». Quizás en miles de años un extraterrestre o los humanos del futuro encuentren la foto y la familia de Duke se vuelva una leyenda de nuestro tiempo.
2. La Medalla de Yuri Gagarin
En plena Guerra Fría, la exploración espacial trascendía toda frontera. La tripulación del Apolo 11 tuvo el detalle de dejar en la luna una tela con medallas conmemorativas en honor a sus colegas rusos Yuri Gagarin, fallecido en 1968, y Vladimir Komarov, otro cosmonauta que murió en 1967.
3. Las pelotas de Alan Sheppard
Alan Sheppard quiso ser el primer hombre en jugar golf en el espacio. De alguna manera convenció a la NASA y logró llevar un palo de golf adaptado. Fueron 2 pelotas de golf las que alcanzó a lanzar y que ahora están en algún cráter de la luna, cubiertas de polvo del espacio.
4. El Astronauta Caído.
Para 1971 la exploración espacial ya tenía victimas, y se quiso hacer un homenaje a estos valientes cosmonautas. Los responsables del Apolo 15 en cargaron al escultor Paul Van Hoeydonck una escultura resistente a las condiciones de la luna y que fuera inquebrantable. El artista entregó al Astronauta Caído, una escultura de alumnio, que junto a una placa formaron un pequeño monumento a los 14 astronautas estadounidenses y soviéticos muertos en ensayos o durante los vuelos espaciales.
5. Pluma y martillo
Uno de los principios elementales de la física no había sido demostrado fuera de un laboratorio y mediante fórmulas: la constante de aceleración gravitacional. Galileo, según cuenta la leyenda, la había demostrado dejando caer piedras y hojas de papel desde cierta altura.
David Scott, astronauta del Apolo 15, demostraba con una pluma de un halcón y un martillo de 1.3 kg que, en realidad, en ausencia de la resistencia del aire, los objetos de pesos diferentes se aceleran a una velocidad constante. “Parece que el señor Galileo tenía razón”.
6. La travesura de Andy Warhol
Forrest Myers, un famoso artista plástico de la década de los 60 tuvo la idea de crear la primera galería de arte en el espacio. Le pidió dibujos a 5 artistas: Robert Rauschenberg, John Chamberlain, David Novros, Claes Oldenburg y Andy Warhol.
Myers creó una pieza de cerámica de una pulgada por lado, donde se reprodujeron los dibujos con la ayuda de Fred Waldhauer, un científico de Bell Labs, que conocían técnicas micro grabado. Un conocido de Meyers trabajaba en Grumman, la empresa que estaba construyendo el módulo de alunizaje del Apolo.
Con un agente infiltrado, lograron meter una copia de la tablilla en el tren de aterrizaje de la nave, oculto entre las hojas doradas que se utilizaban como aislante térmico. Un telegrama les confirmó que la misión había sido cumplida, y el New York Times fue informado, cuando el Apolo 12 estaba ya a medio camino de vuelta, por supuesto.
Andy Warhol aprovecho de hacer la broma más grande del mundo e hizo un dibujo que si eres muy inocente puede ser un cohete, pero todos sabemos qué es realmente.
7. La dignidad
Los asntronautas, después de todo, son humanos. Nacieron para adaptarse a la tierra. De pronto tienen que ir a la luna y su sistema de equilibro no era bueno con los cálculos y el cerebro no sabía cuanta fuerza imprimir en cada movimiento, y como si no fuera suficiente, aquel traje espacial limitaba sus movimientos haciendo de todo aquello un infierno en la Luna. Era imposible que no se cayeran…