Hace poco más de un mes, mientras la incertidumbre rodeaba las elecciones en Holanda, el ahora reelecto primer ministro Mark Rutte señalaba que esas votaciones eran «los cuartos de final en el torneo contra la extrema derecha en Europa». La analogía futbolera de Rutte apuntaba a que las presidenciales francesas son las semifinales.
A dos semanas de las votaciones en Francia, el escenario presidencial está absolutamente abierto con dos candidatos empatados en el primer lugar, el liberal Emmanuel Macron – del movimiento ¡En Marcha!- y la ultraderechista Marine Le Pen, con 24%; les sigue con un 18%, en un alza sostenida en las últimas semanas, el representante de la izquierda Jean Luc Melenchón; en cuarto lugar, con un 17%, está el derechista Francois Fillon, el que luego de su escándalo de corrupción quedó estancado. Cierra la lista el socialista Benoît Hamon, con el 9%.
Es evidente que la incertidumbre se mantendrá hasta el 23 de abril, fecha de los comicios, sin tener claro quiénes participarán de la segunda vuelta y las consecuencias que puedan tener los resultados, tanto en la interna como en Europa.
Para el análisis de los escenarios que se abren en Francia, El Ciudadano conversó con Víctor Hugo de la Fuente, director de la edición chilena de Le Monde Diplomatique, quien sostiene que, dado lo líquido del escenario, «todo puede suceder en las elecciones presidenciales».
¿Qué se pone en juego en esta elección?
Estas elecciones son la primera vuelta y por primera vez quedan fuera los dos sectores políticos que se han compartido el poder en las últimas décadas: la derecha, hoy Republicanos, que van cuartos en las encuestas, y los socialistas que ahora van quintos. Nunca se había dado esta situación, siempre iban primeros o segundos, y una vez los socialistas quedaron terceros. Hay que poner atención a la candidatura de izquierda de Jean Luc Melenchón, que va tercera, lo que es una situación muy nueva. Lo que se juega en esta elección es mucho, pues el futuro de Francia va a depender si sale la ultraderecha o Macron, quien se define como ni de derecha ni de izquierda, estuvo en el actual gobierno de Hollande, pero es muy liberal. Entonces, esta primera vuelta es decisiva.
Emanuelle Macron, que encabeza los sondeos con Marine Le Pen, tiene su nicho en los despolitizados. ¿Qué tan profunda es la crisis política en Francia?
Él creó el movimiento EM –En Marche! o en ¡En Marcha!- en abril de 2016. Efectivamente trata de ganarse a los despolitizados con lugares comunes, como no ser ni de izquierda ni de derecha, dejando en evidencia la crisis política de Francia, la crisis política de los partidos, cosa que se da en muchos lugares del mundo. La situación es compleja, pero también abre oportunidades para que grupos nuevos y representantes de otros grupos de la sociedad participen más activamente en política. Esto se ha dado más activamente con Macron, que es visto como una barrera a la ultra derecha, pero hay otros sectores que están levantando alternativas políticas. Es interesante decir que son 11 los candidatos, aunque se hablan solo de los cinco más importantes.
Considerando los datos de las encuestas, el candidato socialista Benoît Hamon marca un 9%, quedando en el quinto puesto. ¿Otra señal de que la socialdemocracia se encuentra en caída libre?
Muestra efectivamente la caída de la socialdemocracia y esto es algo que se repite en varios países de Europa. En Grecia, el partido socialista (PASOK) gobernaba hasta hace unos años y ahora solo cuenta con 6% del electorado; la socialdemocracia con su Tercera Vía se encuentra en una crisis muy profunda en Francia y en el mundo. Para los galos se agrava esta situación, ya que Manuel Valls, ex primer ministro de Hollande, que perdió frente a Hamon las primarias socialistas, no apoyó la campaña oficialista y se acopló a Macron. Esto profundiza la crisis al interior del Partido Socialista francés.
¿Los resultados de la presidencial francesa tendrán repercusiones en los equilibrios entre Francia y Alemania?
Las elecciones en Francia son vistas con mucho interés por ser la segunda gran fuerza de Europa, de hecho se habla del eje franco-alemán que sustenta la Unión Europea. Cuando en países menos influyentes han ganado sectores de la ultraderecha ha causado conmoción; si esto llegara a ocurrir en Francia tendría una consecuencia muy grande en la realidad de Europa, que se encuentra conflictuada por el Brexit. Entonces estas elecciones sí tendrán consecuencias en la política europea.
Incluyendo el escenario de segunda vuelta: ¿Macron o Le Pen?
Hasta ahora todo indica que la segunda vuelta sería entre la extrema derecha de Marine Le Pen y el liberal Emmuanel Macron, por lo que todo el espectro político se uniría tras la figura de este último. Todos estiman que el peligro de la ultraderecha no es posible. Pero el escenario está muy abierto, incluso puede darse que los dos favoritos no lleguen a la segunda vuelta por la gran cantidad de indecisos que existen, dado la importante alza que ha protagonizado el candidato de la izquierda Jean Luc Melenchón. Todo puede suceder en las elecciones presidenciales de Francia.
@joserobredo