La lista de 108 aforados a los que el Tribunal Supremo de Brasil va a investigar a partir de las confesiones de los antiguos ejecutivos de la constructora Odebrecht por el pago de coimas y sobornos ha desatado un torbellino político en el país sudamericano.
Diputados, senadores y hasta 8 ministros de Michel Temer figuran en la nómina. En tanto, ex presidentes de Brasil aparecen como posibles personas a ser investigadas, como es el caso de Lula Da Silva y Dilma Rousseff. Sin embargo, el presidente brasilero parece querer desestimar la investigación que envuelve a sus allegados y seguir a paso firme con su plan de recorte neoliberal.
Tal como señala El País de España, los mensajes que llegan del entorno de Temer son que el presidente ni va a cambiar su Gobierno ni va a desistir de sus planes, en la confianza de que el recorrido judicial del caso aún será largo. En la noche del martes transmitió a algunos dirigentes políticos que pretende continuar e incluso acelerar su programa de reformas, todas absolutamente impopulares. La más inmediata, por ejemplo, es un recorte en el sistema de pensiones. “No podemos parar la actividad legislativa”, ha clamado el presidente.
Como no podía ser de otra manera, los principales mercados parecen confiar en él, y la Bolsa de São Paulo no ha mostrado ningún signo de inquietud pese al huracán político que azotó a Brasil esta semana. Todo lo contrario parecen pensar los diputados de base de la mayoría gubernamental.
Aplicando el sentido común, los legisladores que responden a Temer se muestran temerosos de que, al desgaste por la corrupción, se sume su apoyo a una reforma de la pensiones con gran rechazo popular. Incluso un miembro fuerte del partido de Temer, el vicepresidente de la Cámara, Fabio Ramalho, ha declarado que, en las circunstancias actuales, el presidente debe renunciar al recorte en las prestaciones por jubilación.
Desde su irregular llegada al poder, Temer ha afirmado que está buscando estabilizar las cuentas públicas y sacar a Brasil de su peor recesión histórica. Analistas de Eurasia Group dijeron que las nuevas pesquisas probablemente demorarán más que impedir la reforma al sistema de jubilaciones del país, piedra basal del programa oficial para impulsar a la economía. Como siempre, la fiesta de los empresarios y especuladores debe ser pagada con el sufrimiento del pueblo.