88 sumarios sanitarios, cobros erróneos, cortes y mala calidad del servicio son parte de las denuncias que la comunidad atacameña de Freirina, Huasco, Vallenar y Copiapó han realizado a través de sus representantes en el Parlamento contra la empresa Aguas Chañar, y que este 12 de abril reiteraron ante el Ministerio del Interior, en La Moneda, y en Valparaíso, en la Comisión de Recursos Hídricos.
No obstante, a juicio de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), representada en Ronaldo Bruna, y de la Empresa Estatal Concesionaria de los Servicios Sanitarios (ECONSSA), con la figura del presidente del directorio, Juan Carlos Latorre, la caducidad del contrato de explotación de Aguas Chañar no es factible, dado que la única salida jurídica posible es la de caducidad de la concesión, que dejaría afuera a la empresa estatal, y en el aire la administración de la producción y distribución del agua potable, así como la recolección y tratamiento de las aguas servidas.
Ya que la legislación que rige a las empresas sanitarias data desde dictadura, a pesar de la contaminación con hidrocarburos, los problemas en el sabor, olor, color y los cientos de millones en multas, no existe forma de acabar con el contrato a 30 años que rige desde el 29 de marzo de 2004. La legislación sólo contempla dicha acción previa quiebra de la empresa, disolución de la sociedad, caducidad de la concesión u opción propia.
Por el momento, la única salida a la problemática que afecta al 80% de los hogares que dependen del suministro del vital elemento es la labor fiscalizadora de la SISS, quien constantemente revisa las medidas de mitigación frente a los cortes, la diligencia en la reposición del servicio y la calidad de las respuestas de la empresa frente a la discontinuidad .
Gracias a esta labor, hoy se encuentran en curso una investigación penal (con una denuncia ante el Ministerio Público que data del 4 de abril de este año) y una investigación administrativa, que inició un proceso de sanción que prevé nuevas multas. Asimismo, se ha generado un plan de trabajo coordinado con la SEREMI de Salud, a fin de decretar alertas sanitarias frente a las reiterados episodios de fallas que afectan el consumo humano, pudiendo incluso generar problemas de salud.
ECONSSA, por su parte, explicó que rompió relaciones con el directorio de Aguas Chañar, ya que ni los dirigentes ni las autoridades regionales eran escuchadas, estableciéndose una relación abusiva con los ciudadanos de la región, configurando una actitud indolente que esperan culmine a la brevedad.
Lamentablemente, a la comunidad de la Tercera Región sólo le queda armarse de paciencia frente al abuso empresarial. De lo contrario, no habrá nadie que pueda hacerse cargo de la administración del recurso, generando un problema mayor los continuamente denunciados.