¿Cómo funciona? Su secreto es poner en la boca de la botella un condón durante 30 a 45 días, periodo de fermentación de vino. En este tiempo el preservativo se infla por la emisión de dióxido de carbono, y una vez terminado, el condón se deshincha y se cae, “como pasa con los hombres”.
Este método de fabricación produce un vino suave y más barato que cualquiera en el mercado cubano, por lo cual el uso de preservativos no molesta a ninguno de los clientes de Estévez.
Actualmente producen vino de frutas tropicales como la piña, la remolacha o el maracuyá; pero sin duda, el que más se vende es el típico vino tinto de uva.
Ahora que sabes lo versátiles que pueden ser los condones, ¿qué estás esperando para empezar a hacer vino casero?