Este es uno de los pilares del protocolo de acuerdo alcanzado entre el Gobierno, la Alianza y la Concertación en torno al proyecto regula la publicidad y prohíbe la venta de alimentos poco saludables a menores.
Con el compromiso del Ejecutivo de enviar dos proyectos al Congreso con calificación de suma urgencia: uno que fomente la educación física en los colegios y otro que prohíba la publicidad en medios, excepto en eventos públicos masivos, el Gobierno, la Alianza y la Concertación sellaron el acuerdo sobre el proyecto que prohíbe la venta de alimentos poco saludables a los menores de edad.
Así lo dieron a conocer el presidente del Senado Guido Girardi, junto a los senadores Mariano Ruiz-Esquide, Fulvio Rossi, Francisco Chahuán, Ximena Rincón y Gonzalo Uriarte, además de la diputada Karla Rubilar y el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
El senador Girardi valoró el acuerdo alcanzado que permitirá destrabar la tramitación del veto que envió el Presidente de la República a la iniciativa despachada por el Congreso. «Acabamos de suscribir un acuerdo que nos parece importante para el país y los niños en la lucha contra la obesidad y el sedentarismo que son lejos, la primera causa de enfermedades crónicas no transmisibles».
Añadió que «hemos acordado un proyecto que prohibirá la venta de comida chatarra en los colegios y se prohibirá la publicidad de alimentos poco saludables en los medios de comunicación, dejando espacios para que cuando haya eventos masivos no estén afectados por esta regulación».
De este modo indicó que «vamos a establecer un etiquetado de los alimentos claro y hemos llegado a un consenso unánime en torno a eliminar la promoción de juguetes o stickers vinculados a los alimentos con altos contenidos de grasas, azúcares y sal».
El senador Girardi informó que «apoyaremos el veto del Presidente de la República en lo comprometido y tenemos el protocolo de acuerdo del Ejecutivo para enviar dos proyectos con suma urgencia, referidos a la obligatoriedad de las horas de educación física en los colegios y vamos a establecer un punto para clarificar el tema de la publicidad de todo alimento poco saludable».
Reconoció que la iniciativa que tuvo su origen en una moción de la cual es uno de sus autores, fue el «resultado de un arduo trabajo entre todos los sectores y favorecerá a todos los niños y niñas del país».
Coincidió con su par, el senador Francisco Chahuán quien valoró el acuerdo alcanzado en el proyecto de vida saludable ya que, entre otras cosas, restringe la venta de comida chatarra en los colegios.
Explicó que «debemos ser capaces de responder a la inquietud ciudadana, que rechaza la manera como ambas coaliciones se han comportado últimamente. En este contexto hoy inauguramos una nueva forma de entendernos, sobre todo en temas tan emblemáticos para la ciudadanía que posibilitan la vida saludable».
El legislador explicó que el proyecto de vida saludable en términos generales genera la prohibición de la venta de comida chatarra en los colegios; establece dos protocolos de acuerdo en la cual hay un entendimiento con el Ministerio de Educación para fortalecer la horas de educación física».
Y por otra parte, se dispone el envío de un proyecto de ley que «va establecer restricciones de publicidad en actividades deportivas y artístico culturales. Además establece nomenclaturas que los determinados productos son altos en grasas saturadas y así fortalecer la alimentación saludable y combatir el sedentarismo».
Finalmente, el ministro Mañalich expresó que «se llegó a un acuerdo final sobre el etiquetado de los alimentos y su publicidad, recogiendo algunos aspectos solicitados por los parlamentarios y que fueron objeto de veto por parte del Presidente y se acordó que algunos artículos queden igual como salieron del Senado y la Cámara».
De este modo anunció que «no se va a poder hacer publicidad de alimentos complejos para la salud de los niños, directamente en los colegios. No se van a poder vender alimentos con altos contenidos de grasas, azúcares o grasas, quedará prohibido el uso de ganchos publicitarios, vale decir, artículos que vienen con el alimento e inducen a engaño, como por ejemplo la cajita feliz o algún monito que el niño obtenga al comprar el alimento».
Puntualizó que también «hay dos aspectos, dada la forma rígida en que se debe votar el veto, que serán objeto de un protocolo: la obligación de introducir horas de educación física forme parte de lo extracurricular y que no necesariamente sea hecha por profesores de educación física, sino que personas capacitadas. Y que la publicidad de alimentos que el Ministerio defina como complejos para marquetear a los niños se va a exceptuar cuando venga en eventos deportivos, culturales y artísticos que se transmitan desde el extranjero, en que sea imposible fiscalizar».
Estas dos materias deben ser objeto de dos proyectos diferentes: uno que venga de educación y uno que venga de economía, dijo el Secretario de Estado.
Fuente: Senado